Fórmula Uno
Red Bull asusta y Fernando Alonso, también
Aston Martin se ha convertido en la sorpresa de la pretemporada con el español al volante del AMR23. Los campeones del mundo se han mostrado muy superiores a sus rivales directos
Hacía mucho tiempo que Fernando Alonso no terminaba una pretemporada de F-1 con unas sensaciones tan buenas como las de este curso. Después de vivir el «drama» de McLaren-Honda y el «sí, pero no», de Alpine, concluyó las tres jornadas de test con su nueva escudería, Aston Martin, y superó con creces las expectativas que tenía con el monoplaza verde. El coche ha sido creado por un discípulo de Adrian Newey y la estructura inglesa ha contado en los últimos meses con una buena inyección financiera que hará mejorar su rendimiento. Una vez que el coche se puso en pista la sorpresa llegó para todos. Los datos obtenidos en el túnel de viento y en el simulador se correspondían, más o menos, con la información de los primeros kilómetros. El coche corre, la unidad de potencia de Mercedes aprieta, chasis y motor parecen bien adaptados y la degradación de neumáticos es acorde, y todo eso siempre se escenifica en los comentarios del piloto español al final de cada pretemporada.
Siempre sincero. Siempre honesto, para bien o para mal. Sus reflexiones son muy positivas. Los tiempos de los entrenamientos invernales no suelen ser una referencia, pero sí lo es la planificación de cada equipo. En el caso de Aston Martin, en la tercera jornada usaron los neumáticos que emplearán en el primer Gran Premio de la temporada, mientras que otras escuderías probaron algunos compuestos más blandos que estarán en otros escenarios, pero no en la carrera de Baréin. Es una buena referencia el hecho de que la escudería británica no tuviera que usar estas ruedas extra blandas para obtener mejores tiempos y maquillar algunas carencias como sí hicieron otros. Alonso ve potencial en el coche y en la trastienda de la F-1 afirman que Aston Martin podría ser el cuarto mejor equipo por detrás de Red Bull, Ferrari y Mercedes.
El equipo energético está a años luz del resto por lo mostrado hasta ahora. Verstappen estuvo perfecto, el coche no dio un fallo y fue rapidísimo en tandas cortas, largas y a una sola vuelta. Algo que corroboró Pérez en la tercera jornada al ser el más rápido.
Uno o dos pasos por delante parece estar Ferrari, que se ha visto sorprendida por el ritmo de carrera de su rival. No hay demasiada euforia en la «Scuderia» al comprobar que no parecen haber dado caza a los coches azules. Y lo peor es que Mercedes cada vez está más cerca, aunque tampoco acabaron la pretemporada demasiado contentos. Algo que también escenificó Leclerc, que esperaba algo más del SF23 mientras que Sainz, que también esperaba otra cosa, parecía estar más contento por haber tenido una rápida adaptación al nuevo coche. 2023 será un año complicado en Maranello si se confirma que Red Bull rinde muy por encima. Habrá más cambios y los pilotos afrontarán su último año de contrato, ya que ambos tienen fin de acuerdo en diciembre de 2024. El nuevo jefe, Frédéric Vasseur, no ha hecho demasiados cambios todavía, salvo en el equipo de estrategia en la que el responsable, el español Iñaki Rueda, ha sido relegado para pasar a ocupar un asiento en la «sala de guerra» que el equipo tiene en Maranello para apoyar los planteamientos tácticos en cada Gran Premio. El próximo fin de semana llegará la hora de la verdad.
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