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Atletismo

Se retira Orlando Ortega, el atleta que logró cumplir la promesa que le hizo a su abuela y que fue plata en 110 vallas en los Juegos de Río

Nació en Cuba hace 34 años. Con España, donde llegó en 2013, fue medallista en todas las grandes competiciones. Puro talento, las lesiones impidieron que tuviera una carrera todavía mejor

Orlando Ortega
Orlando Ortegalarazon

Orlando Ortega dice adiós al atletismo con 34 años. Lo dice con la amargura del momento y de las circunstancias. “El sufrimiento tiene un límite, no siempre se puede poner la salud en juego ni pasarlo mal por no poder hacer lo que tanto me apasiona”, reconoce en la carta de despedida que subió a sus redes sociales. Pero también habla con el orgullo de haber tenido una carrera espectacular: plata en 110 vallas en los Juegos Olímpicos de Río 2016, bronce en el Europeo de Berlín de 2018 y bronce también en el Mundial de Doha en 2019, después de un protesta de la delegación española por una irregularidad del jamaicano McLeod. “Se lo dedico al pueblo español”, afirmó después de que las quejas tuvieran frutos.

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A España llegó en 2013, huyendo de Cuba. Pasó por Guadalajara en unos comienzos duros y de incertidumbre y se instaló en Ontinyent, “un pueblo hermoso y lleno de calidad humana”. “Me acogieron como a uno más y lograron hacerme sentir como en casa”, asegura en su carta. También estuvo una temporada en el CAR de Madrid, con su padre, que durante una gran parte de su carrera fue su entrenador. El progenitor estaba preparando atletas en Trinidad y Tobago, y le pidió ayuda. Por supuesto, la recibió. «Lo afronté como cualquier padre con un hijo», decía Orlando senior en 2017, en el CAR de la capital de España. Pero quien le metió en el mundo del atletismo fue su abuela, Cristina Hechavarria, que había sido una notable velocista y también tiene un hueco importante en el recuerdo de Orlando. “Abuela, espero que en paz descanses donde quiera que estés. Cumplí mi promesa y puse mi nombre en la historia del atletismo. Mis medallas junto a las tuyas, tal y como prometí ese día cuando aún ni sabía todo lo que podría significar entregar mi vida al atletismo”, afirma. Orlando llamaba a su madre por su nombre y a su abuela le decía “mamá” en la época en la que correteaba por su Artemisa natal. “He intentado seguir sus pasos. Fue ella la que me metió en el atletismo de chiquitico y cuando tuve uso de conciencia decía: 'Tengo que ser igual que mi abuela, tengo que serlo'; y creo que todavía no lo he cumplido”, desvelaba en 2017, con su acento cubano que tendrá para siempre.

En 2019 se fue a entrenar a Chipre con uno de sus rivales, Milan Trajkovic, a las órdenes del griego Antonis Giannoulakis, que ha sido el otro de sus grandes preparadores, junto con su padre. Estaba en un momento espectacular antes de los Juegos de Tokio 2020, donde se veía con la medalla de oro en el cuello, pero la pandemia los retrasó un año, y entonces llegaron las lesiones musculares que ha ido encadenando temporada tras temporada, sin poder tener continuidad. “Atletismo, llegó el momento de verte y disfrutarte desde otro punto de vista", explica quien ahora es entrenador en Qatar. "Me llevo conmigo el orgullo de poder mirar hacia atrás y ver que he luchado con pasión, al igual que ahora miro al futuro con la misma intensidad e ilusión. Mentiría si dijera que no es el momento más difícil y doloroso de mi carrera deportiva pero todo pasa por algo, todo llega y todo termina. Lo único que quedará ahí por siempre es todo lo que hemos logrado, que me llena de orgullo pensar que, de tantos atletas que hay en el mundo, me tocó a mí la dicha de disfrutar de una carrera deportiva tan grande como la que he vivido. ¿Que podría haber sido mejor? Sí, seguramente, no tengo la menor duda de eso, pero es algo que ya no se sabrá jamás. De lo que sí estoy seguro es de que he dejado todo mi corazón en cada carrera. Ahora es tiempo de que mi espíritu conquiste nuevos horizontes”, finaliza Orlando, que era puro talento y que ha sido inspirador en una prueba de la que ahora España presume de atletas como Asier Martínez o Quique Llopis. “Feliz retiro Orlando! Has sido inspiración para muchos de nosotros! Y enhorabuena por tu increíble carrera! Un gran abrazo”, asegura Llopis, que llegó a correr en 12.98, pero con viento "ilegal", por lo que tendrá que seguir peleando para batir el récord de España de Orlando, los 13.03.