Motociclismo

Sandra Gómez, una pionera en el hard enduro, el lado más salvaje de las dos ruedas

Esta madrileña, campeona de trial y con dos ediciones del Rally Dakar a sus espaldas, es una de las pocas mujeres que compiten en el Mundial de enduro extremo

Sandra Gómez, en la cita de Aguilar de Campoo
Sandra Gómez, en la cita de Aguilar de CampooHixpania

Manuel Lettenbichler consiguió el pasado fin de semana su tercer título mundial de hard enduro, y lo hizo a lo grande, imponiéndose en la 24MX Hixpania de Aguilar de Campoo, la única prueba del Campeonato del Mundo que se disputa en España. El alemán es el dominador de esta disciplina, la más extrema de «off road» sobre dos ruedas y que guarda otras historias, como la de Sandra Gómez, una pionera del hard enduro, que después de ser campeona de España de trial y de haber corrido dos veces el Dakar (2022 y 2023) ha encontrado en esta modalidad el desafío que necesitaba. Porque si el enduro convencional ya se practica en caminos estrechos de bosque y montaña, su versión extrema y a nivel profesional eleva la dificultad varios niveles.

En esta especialidad, como sucede en MotoGP, hombres y mujeres compiten en la misma categoría y en Aguilar de Campoo se ha medido con los 25 mejores del mundo. «Me siento un piloto más, pero creo que me he tenido que ganar el sitio. En las primeras carreras no te toman en serio y, bueno, al cabo de los años y después de ganar a unos cuantos rivales te ganas el sitio y eres uno más», dice esta madrileña de Cercedilla sobre si es complicado para una mujer hacerse un hueco. «Cuesta más que te tomen en serio, de hecho, no hay ninguna chica que sea piloto oficial en ninguna marca. Todavía no nos han tomado en serio en ese punto», continúa Sandra, que espera ser un puente para que más mujeres lleguen en el futuro donde está ella. «He dado cursos sólo para chicas. Las hay de 16 y 18 años que van muy bien. Si se las ayuda un poco y no les ponen barreras seguirán. Yo tuve la suerte de que mi hermano es piloto profesional (Alfredo Gómez) y mis padres están todo el día con nosotros», explica.

Está convencida de que debería haber una diferenciación por sexos en su deporte: «Los cuerpos de hombre y mujer son diferentes y en el hard enduro se necesita mucha fuerza, pero hoy por hoy no hay suficiente número de chicas para que exista una categoría. Somos pioneras y tenemos que aceptar que sea así», dice antes de explicar cómo hace para que la menstruación no afecte a su rendimiento. «Con los médicos elegimos cuándo nos viene la regla, así salvas carreras duras y lo tienes controlado con pastillas. Si no, sería una locura, que es lo que me pasaba antes».

¿Qué es lo que más le atrae del hard enduro? ¿Cuál es mayor desafío para el piloto?

El ambiente es una pasada, somos todos colegas, pero competimos unos contra otros, así que, si tienes que pasar por encima de la moto de otro piloto, pasas, pero cuando acaba la carrera te tomas un par de cervezas con ese mismo piloto cuya moto has pasado por encima. Hay muy buen rollo y eso es una pasada. La carrera en sí, en la que el público está cerca, es brutal. En otro tipo de carreras, como Romaniacs o el XRoss en Serbia, en las que te tienes que buscar la vida con un GPS y los días son muy largos, la sensación de superación que te da todo eso es increíble. Las carreras cortas, como Ezberg, imposibles, también son un desafío. Te tiene que salir todo perfecto, porque hay otras carreras en las que te puedes permitir fallos porque hay más días y más horas compitiendo, pero también lo tienes que gestionar bien porque mentalmente es muy duro.

En cuanto a este punto, ¿qué hace diferente a Hixpania de otras carreras del Mundial?

En la carrera prólogo de Aguilar de Campoo es un poco distinto porque es un tramo más endurero con pequeños tramos de Hard Enduro, tienes que haber entrenado tramos cronometrados y cross porque tienes que ser muy rápido. En cambio, en un Romaniacs, por ejemplo, hay que llevar un ritmo más lento porque el día es mucho más largo. Al final, cuatro horas para nosotros son un sprint.

¿Cuál fue la chispa que le llevó a competir en hard enduro?

En trial llevaba años jugándome el campeonato del mundo y mi hermano se había pasado al hard enduro, o sea, que lo tenía a la vuelta de la esquina. Fui probando en carreras a partir de los X-Games, que competí en ellos y conseguí algunas medallas. Tenía una moto de enduro, entrenaba súper enduro y fui probando carreras porque, ya que iba mi hermano Alfredo, cuando yo tenía libre iba con él. Y me gustó ese ambiente, con todo ese público gritando. En trial iba loca entre cada zona, así que me sirvió para ir como una loca en el súper enduro. He encontrado mi deporte, al final. Venía de otra disciplina y en esta creo que puedo ser más yo. Tenía mucha rabia y aquí la puedo sacar. En cualquier otro deporte más tranquilo no la podía sacar».

¿Qué barreras has encontrado, si es que has encontrado alguna, para llegar a ser una deportista de alto nivel?

Hay muchas barreras todavía. De hecho, no he conseguido ser piloto oficial de ninguna marca en hard enduro. Menos mal que tengo otros sponsors y gracias a ellos sobrevivo, pero también tengo que tener dos o tres trabajos a la vista para vivir. Me considero profesional porque esto es lo primero que hago y entreno como un profesional, pero necesito tener otros ingresos para sobrevivir.

¿Cómo ve la evolución del hard enduro femenino de aquí a diez años?

La veo lenta, pero hay que tener en cuenta que el Mundial de hard enduro no tiene muchos años. Pero hay muchas chicas en el mundo que montan en moto y las hay que montan muy bien, pero también necesitan creerse que montan bien. Si te animas a competir es realmente cuando ves dónde está tu nivel. Y en las primeras carreras siempre lo vas a hacer peor porque hay nervios y otros factores, pero espero que, de aquí a diez años, tengamos un campeonato del mundo femenino. Esas niñas de 16 o 18 años están a tope.

¿Qué le aconseja a esas chicas que quieren hacerse profesionales?

Que no se rindan porque es un mundo precioso, con todo lo que viajas, lo que llegas a conocer fuera y las carreras, que las hay de todo tipo y es algo precioso del Hard Enduro. En otros deportes, como en MotoGP, siempre hay asfalto, aunque corran a Indonesia o los Estados Unidos, pero en el hard enduro cada carrera es un mundo y eso es lo que atrae. Les animo a que sigan porque van a flipar con lo que realmente es el Mundial y su ambiente. Pero se lo tienen que creer, hasta yo misma me lo sigo aplicando porque a veces también me lo tienen que recordar que me lo crea.