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Las escandalosas cifras del juicio a Sandro Rosell

Los 21 meses que estuvo en prisión constituyen el periodo preventivo más largo en España para un delito económico. Además, le pidieron 78 millones de fianza para afrontar las responsabilidades derivadas del caso

Sandro Rosell, acompañado por su esposa a la salida de una de las sesiones del juicio
Sandro Rosell, acompañado por su esposa a la salida de una de las sesiones del juiciolarazon

"Nos quedan, al menos, dudas, tanto en relación con la ilegalidad de las comisiones como respecto de las sospechas apuntadas sobre las distintas sociedades, dudas que en aplicación del principio 'in dubio pro reo' han de ser resueltas en favor de la absolución", dice la sentencia que ha absuelto al ex presidente del Barcelona Sandro Rosell.

Los 643 días que estuvo privado de libertad -igual que su socio, Joan Besolí- constituyen el periodo más largo de privación preventiva de libertad para un delito económico en España. Un dato al que acompañan otros igual de exagerados en un proceso que no ha llevado a ningún sitio.

En julio del año pasado, la Audiencia Nacional le impuso una fianza de 78,6 millones de euros para hacer frente a las posibles responsabilidades económicas derivadas de los hechos. A Rosell se le acusaba de haber desviado fondos de la Confederación Brasileña de Fútbol por la contratación de partidos amistosos y por la firma de un contrato de patrocinio deportivo con Nike. La fianza impuesta para Joan Besolí era de 73,3 millones y de 66,6 para la mujer de Rosell, Marta Pineda. Para los otros dos acusados, Shahe Ohannessian y José Colomer, la cantidad impuesta fue de 53,5 millones.

Las acusaciones fueron deshinchándose en la vista oral. La prisión que se solicitaba para el ex presidente del Barcelona pasó de once años a seis. Para Besolí se redujo a la mitad, de diez a cinco años. Y para Marta Pineda, los siete años que le solicitaban en principio quedaron reducidos a un año y once meses. Además, tras la vista oral, Rosell y su socio fueron puestos en libertad.

La prisión preventiva, la fianza y la pena solicitada resultaron ser excesivas para acabar en la absolución final.