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Natación

Santi Veiga explica el plan de la natación española hacia los Juegos de Los Ángeles 2028: "Talentos como Mireia o Hugo están muy bien, pero el objetivo es hacerse fuerte como bloque"

El director técnico de la Federación Española explica el proyecto, con Los Ángeles 2028 como objetivo final, para que la natación nacional crezca

Santiago Veiga, director técnico de la federación española de natación @ Gonzalo Pérez Gonzalo Pérez PHOTOGRAPHERS

España acude al Europeo de natación en piscina corta de Lublin, Polonia, con 25 deportistas (desde hoy hasta el 7 de diciembre, puede verse en Teledeporte y RTVE Play). Muchos son jóvenes y hay siete «novatos». Es la competición internacional menos importante, dentro del nivel siempre exigente. En 2026 hay Europeo en piscina de 50 metros en París, en 2027 Mundial en Budapest... Todo oportunidades para crecer, con vistas a la meta de los Juegos de Los Ángeles 2028. España no es históricamente un país protagonista en natación, uno de los deportes olímpicos más importantes. Santi Veiga (43 años) es el director deportivo desde septiembre de 2024 y explica las bases de este nuevo ciclo.

¿Cómo es la estructura de trabajo?

A nivel de equipo nacional, tenemos tres centros nacionales de entrenamiento. Uno que está aquí en Madrid, en la Blume, que lo dirige Rob Greenwood, que es un entrenador inglés. En Sant Cugat tenemos otro grupo que lo dirige Ben Titley, que también es otro entrenador inglés. Estos dos son más de pruebas de piscina, de 50 hasta algún 400. Y en Málaga está el grupo que lleva Xavi Casademont, que son fondo y aguas abiertas. Esos son los tres principales núcleos de entrenamiento donde nosotros apoyamos económicamente y con el presupuesto que tenemos de alta competición del Consejo, digamos, hacemos una apuesta fuerte. Y luego tenemos algunos nadadores del equipo nacional que deciden entrenar en otros sitios, o bien en algún club o bien que están en Estados Unidos. Esto se engloba en un programa que llamamos "Objetivo Final Olímpica 2028", donde hay unas marcas de acceso y todo aquel deportista que accede a ese programa, independientemente de donde entrene, tiene, en función de los niveles que hay marcados, apoyo para su preparación en forma de competiciones o concentraciones. Tenemos en total unos 30. Como dos tercios están en los centros nacionales y un tercio está fuera de los centros.

En Estados Unidos están Carles Coll y Carmen Weiler, dos de los nadadores más importantes. ¿Cómo es el contacto con ellos?

Son dos piezas fundamentales del equipo nacional y están en Virginia Tech con un entrenador español, Sergi López [bronce en 200 braza en los Juegos de Seúl 1988], lo que facilita la comunicación. Luego, hay otros deportistas que están en otras universidades, como Nil Cadevall, que es un nadador del Sant Andreu que acaba de empezar este año en los Florida Gators. Si el entrenador no es español, si no es Sergi, no es fácil siempre tener esa comunicación. En la universidad siguen su calendario, los deportistas van a estar entrenando en un buen programa, pero tampoco tienes mucha incidencia en la planificación.

"Todos los deportistas de nuestros centros nacionales están estudiando"

Carles Coll y otros antes dijeron que con 18 años tienes que elegir entre estudiar o nadar.

Ahí afortunadamente se ha avanzado mucho. A lo mejor, no sé, hace 10 o 15 años, si tú querías nadar a alto nivel, pues te tenías que buscar la vida, o no estudiar; era difícil. En estos últimos años, la verdad es que la cosa ha avanzado mucho, porque hay programas tanto del Consejo Superior de Deportes, como nosotros dentro de la Federación, que hemos abierto un departamento de atención al deportista, en los que por medio de convenios, sobre todo con universidades privadas, nos han facilitado mucho el poder adaptar mejor los entrenamientos y los estudios. Es decir, ahora mismo tenemos convenios con universidades privadas, de manera que nadadores nuestros del equipo nacional, o de los centros nacionales de entrenamiento, tienen una beca donde la matrícula les sale prácticamente gratis, y luego hay un tutor deportivo que les ayuda a la hora de adaptar los exámenes. Aparte, se ha evolucionado muchísimo es el tema de la enseñanza online o semipresencial. Lo que antes era, si tú haces una carrera, tienes que ir a clase, a prácticas... A día de hoy, hay universidades que te juntan las prácticas en un fin de semana, en una semana. La verdad es que ahora mismo todos los deportistas que tenemos en los centros nacionales, todos estudian. No te digo que hagan ingenierías a curso por año, pero todos están matriculados, todos van avanzando. Obviamente no es como en Estados Unidos, donde tienes todo en un paquete muy bien coordinado, pero yo ya no diría que hay que elegir.

Carles Coll fue finalista en el Mundial de Singapur, en verano, y tiene beca, pero ¿y el resto?

Bueno, aquí obviamente la natación es un deporte minoritario, por decirlo así. Los deportistas tienen ciertas becas o ayudas por sus resultados, ahí está el programa ADO del Comité Olímpico y también un programa propio RFEN que complementa. ADO es para los 12 primeros, nosotros tenemos un programa que complementa hasta el puesto 16 tanto en Mundiales como Juegos Olímpicos. Esa es una parte por resultados. Luego hay una serie de deportistas que cuando piden beca para los centros nacionales obviamente ahí tienen todos los gastos pagados de alojamiento y manutención; y aparte hay deportistas que están entrenando en sus clubes y que aparte de los resultados y la beca ADO, también tienen ayuda para hacer concentraciones y competiciones. Yo me siento con sus entrenadores y su entrenador me dice: "Quiero hacer una concentración de altura aquí con este deportista"; nosotros tenemos una parte de presupuesto para su preparación. Los nadadores difícilmente se van a hacer ricos nadando a no ser que tengan resultados muy buenos, pero con la ayuda de la Federación, con la ayuda de sus clubes, intentamos que el impacto económico sea el menor posible en su preparación.

Carlos Garach ha tenido que parar de competir para ir al ejército.

Sí, eso es otro programa que espero que con el tiempo evolucione, porque está muy bien que los deportistas de élite tengan puertas abiertas en otros organismos, como puede ser el ejército; el problema es que ahora mismo, tal como está diseñado el programa en estos inicios, Carlos ha tenido que parar de entrenar durante unos meses para hacer una instrucción, o no sé el nombre técnico, de seis meses, básica, donde no podía entrenar. Espero que el programa evolucione para que los deportistas puedan integrarse sin tener que dejar su lugar de entrenamiento, porque claro, si no es un poco una faena.

Se quejaba la marchadora María Pérez de que sólo era para jóvenes.

Bueno, es una medida interesante que ha empezado ahora y que como todo tendrá que ir ajustándose.

¿Qué balance hace del pasado Mundial de verano en Singapur?

Yo empecé en septiembre del 2024 y ahí un poco la hoja de ruta se escribe pensando en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028. Lo importante es lo que estamos haciendo ahora para que los resultados en el 2028 sean los mejores posibles. Todo lo que venga en medio son como exámenes parciales, que tienen una importancia relativa, y hay que leer el resultado un poco con pinzas. Nosotros teníamos claro que los resultados de 2025 en el Mundial de Singapur sobre todo venían dados por el trabajo que se hizo en el ciclo anterior. Porque al final los deportistas que en Singapur tenían opciones de rendir bien eran deportistas que ya habían estado en los Juegos Olímpicos de París y que tenían la oportunidad de dar un paso más en un año postolímpico donde siempre falta alguna de las estrellas. Sí tuvimos deportistas que supieron leer esas situaciones y estuvieron muy bien, como Carles Coll, como las dos chicas de aguas abiertas, María de Valdés y Ángela Martínez, que fueron cuarta y quinta, pero es cierto que tuvimos muchas ausencias de deportistas que después de los Juegos decidieron tomarse un respiro. El mismo Hugo González, que fue nuestro único finalista de los Juegos, no fue a Singapur. Entonces, si me preguntas por los resultados en términos absolutos viendo el número de finales, pues no estoy contento. Pero si leo un poco la situación y veo qué equipo llevamos, un equipo bastante nuevo, bastantes deportistas que nunca habían estado en un Mundial, hubo brotes verdes con dos júniors que quedaron en las semifinales; es decir, hubo cosas interesantes. Ahora lo importante es que en este año, que es el año del Europeo de corto, el Europeo de larga en París en verano, consigamos que se suba gente al carro del equipo nacional. Esto es un poco lo que ha pasado ahora para este campeonato de Lublin y esperemos que en París en verano ocurra lo mismo para que podamos ir al Mundial de 2027, que es en Budapest, con un equipo que rinda mejor que en Singapur y que nos coloque en una buena línea de salida de cara a los Juegos del 2028. Eso es un poco la línea clara.

"La natación es un deporte prioritario para todas las potencias mundiales: Estados Unidos, Australia, Japón, China, Rusia, Canadá, Australia... Boom, van con todo"

¿Qué se puede hacer para mejorar?

Yo ahí siempre intento tener un discurso muy realista. Siempre somos muy críticos en España: "No, es que en natación somos muy malos". Yo digo, bueno, vale, vamos a ir paso a paso, no pretendamos que en los Juegos Olímpicos del 2028 ganemos a todos los países de nuestro entorno que nos han ganado toda la vida. Siempre se pone el ejemplo de Italia, que es un país cercano. Si tú miras el histórico de Italia en los últimos 20 años, nos revienta. Entonces, tenemos que ir acercándonos, pero no podemos pretender llegar a los Juegos Olímpicos y ganar cinco medallas, porque lo más probable es que no ocurra. Por eso al programa del equipo nacional le hemos llamado Programa Final 2028. Por eso tenemos que tener un objetivo claro, que es en los Juegos Olímpicos de 2028 conseguir el mayor número de finales. En todos los Juegos Olímpicos del siglo XXI España nunca ha alcanzado cinco finales. Hemos tenido actuaciones individuales muy buenas, como Mireia, pero como equipo, como bloque, nunca hemos sido un equipo que tenga una presencia en las sesiones de finales de la tarde, nunca hemos sido un equipo con muchos nadadores. Hemos puesto un poco el foco en ese primer objetivo. Antes de hablar de medallas, vamos a intentar tener un bloque que nade finales, y cuando consigamos eso, seguramente tendremos más posibilidades de poder optar a medallas que no dependan de una Mireia, de un Hugo, de una cosa que te sale ahí, un talento que está muy bien, pero que al final no es una muestra del bloque del equipo.

Pero ser octavo o noveno en unos Juegos ya es importante...

La natación es un deporte prioritario para todas las potencias mundiales. Hay muy pocos casos así, no me gusta hacer comparativas, pero incluso hablas de atletismo y hay muchas potencias mundiales que en algunas pruebas tienen mucho nivel, pero en otras ni se preocupan. En natación, Estados Unidos, Australia, Japón, China, Rusia, Canadá, Australia... Boom, van con todo; entonces, meterse en una final de los Juegos Olímpicos es una cosa muy complicada. O sea, que un deportista español sea finalista en los Juegos es algo brutal. Que consigamos varios, que se gane medalla... Oye, que a lo mejor, a medida que vayamos dando pasos, podamos acercarnos a otros países a los que miramos con envidia, pero tenemos que ser realistas.

El foco, por tanto, está en Los Ángeles...

Totalmente, totalmente. Nosotros con el volumen de natación que tenemos y los medios que tenemos, hay que afinar mucho. Debemos tener claro qué deportistas seleccionamos para los centros nacionales y con qué edad y con qué características; gente que pensemos que puede tener la proyección para estar a nivel de la natación internacional y trabajar con ellos. Por ejemplo, en los últimos años hemos incidido mucho en el tema de lo que los americanos llaman el “recruiting”, el identificar chavales con potencial reunirnos con sus familias y tratar de moverles con entrenadores que tienen el nivel y la experiencia de la natación internacional para que, digamos, de nuestro talento se pierda el menor posible. Eso es clave. Nosotros no somos China o Estados Unidos que te van a llegar por inercia. Tenemos que mirar muy bien para que los chavales que tengan potencial, trabajar con ellos. En nuestro país tenemos zonas con mucha tradición de natación y zonas con menos, pero un talento te surge en cualquier lado. Ahora mismo en el equipo nacional y en centros nacionales tenemos chavales de comunidades autónomas que no tienen mucha tradición de natación, pero les hemos identificado, les hemos movido a programas de nivel y han ido progresando hasta estar en el equipo nacional. Los entrenadores ya han tenido éxitos internacionales, por tanto buscamos que no los jóvenes no tengan que salir fuera. También estamos incidiendo desde jóvenes en la parte técnica, como los virajes, donde España nunca ha sido referente.

"Hugo González está con muchas ganas de volver a dar guerra"

¿Viven en los CAR?

Hay deportistas que están internos y hacen su vida ahí por completo. Lo que sí que intentamos es que los deportistas que ya llevan tres o cuatro años ahí becados y que a lo mejor tienen más de 22 o 23 años o 21, depende del caso, porque esto lo analizamos caso a caso; sí que intentamos que estos deportistas se vayan fuera del CAR a un piso. De manera que sigan con la dinámica del centro y entrenen con el grupo pero ya empiecen a ser un poco independientes, a saber freírse un huevo o saber hacerse la cama, porque si no tienes deportistas que son un poco inadaptados.

Hugo González fue la imagen en los Juegos de París, pero no fue al Mundial en verano. Sí estará ahora en el Europeo de corta.

Estamos en contacto con él y con su entrenador, él está ahora entrenando en Terrassa [los últimos años lo hizo en Estados Unidos] y está con muchas ganas de volver a dar guerra. Ha sido un año postolímpico y siempre para esta gente de este nivel es difícil mantener la tensión competitiva; también probó algunos cambios del programa de entrenamiento, pero este año se ha puesto a entrenar en serio y vamos a ver. Hugo con el nivel que tiene a día de hoy es un poco lo que él quiera. Si él está motivado y quiere entrenar y pelear por retos internacionales obviamente va a tener nuestro apoyo pero yo creo que ya con todo lo que ha conseguido tampoco le podemos exigir. Apoyarle en lo que él quiera conseguir y si en algún momento él quiere estar un poco más tranquilo... Ya ha sido campeón del mundo, campeón de Europa, finalista olímpico, creo que el rendimiento del equipo español tiene que ser un rendimiento de bloque, de equipo, de gente que nade finales. Tenemos que intentar evitar depender de nombres, de una individualidad que parece que llegamos a una competición y ponemos toda la presión en él y los demás estamos mirando. No, no, tenemos que intentar ser un bloque para que el nadador más talentoso también se sienta más apoyado y note menos presión.

En los Juegos de París le pudo pasar eso a Hugo...

Son situaciones que a veces son inevitables porque tienes un nadador de mucho nivel, pero si como equipo intentamos crecer nos va a ayudar a que no dependamos de una individualidad sino que tengas un grupo. Al final todos los equipos de buen nivel tienen varios nadadores, 10 finalistas a lo mejor. Si tú tienes tres o cuatro finalistas la responsabilidad está mucho más compartida y eso es importante.