La Selección de Nigeria, 13 horas sin comida ni agua en un aeropuerto de Libia

Lío monumental en el fútbol africano. Lo que en teoría debía ser un viaje sencillo para jugar un partido de clasificación para la Copa de África de Naciones se ha convertido en todo un calvario para los jugadores de la Selección de Nigeria, que se quedaron 13 horas varados en un aeropuerto al norte de Libia, donde se iba a disputar el encuentro.

Todo iba como estaba previsto. Avión con destino a Bengasi para bajarse, ir al hotel y concentrarse para el encuentro. Sin embargo, el aeroplano cambió de rumbo y se desvió cientos de kilómetros, hasta Al Abraq, y allí se quedó la expedición al completo. "Nos dejaron sin conexión telefónica, sin comida ni agua", publicó en sus redes el capitán William Ekong. Las imágenes de los jugadores durmiendo en los bancos y con todo el equipaje hablaban por sí solas.

El equipo, en el que viajaban los jugadores sevillistas Iheanacho y Ejuke, recibió la propuesta de viajar por carretera hasta el lugar del partido, lo que implicaba un trayecto de más de 800 kilómetros, a lo que se negaron y pidieron a la Federación Nigeriana de Fútbol que gestionase el regreso a su país. El propio capitán nigeriano atribuyó a "juegos mentales" la mala recepción que tuvo el equipo en el país libio.

Por su parte, la Confederación Africana de Fútbol ha anunciado que abrirá una investigación tras esta denuncia, que afirma haber remitido ya a su comité de disciplina para que adopte las acciones apropiadas: "Nos hemos puesto en contacto con las autoridades libias y nigerianas tras haber sido informados de que la selección nacional de fútbol de Nigeria y su equipo técnico se encontraban varados en condiciones inquietantes en un aeropuerto donde las autoridades libias les habían ordenado aterrizar", afirma el organismo internacional en un comunicado.

Al no jugarse el partido, en teoría los puntos en juego deberían ir para el equipo que sí se presenta, en este caso Libia. En el grupo clasificatorio, Nigeria lidera la clasificación, mientras que los libios son últimos y están a un paso de quedar eliminados. Aun así, las circunstancias en las que se ha producido el boicot nigeriano aumentan la incertidumbre sobre qué pasará finalmente.