Simeone cambia la historia

Ha ganado seis de los últimos doce derbis y encadena otros seis sin sufrir una derrota.

Simeone gana títulos y derriba frustraciones para los atléticos, al mismo tiempo que recupera el terreno que su equipo había perdido en las últimas décadas. Llegó al banquillo rojiblanco cuando la costumbre del Atlético era no ganar nunca al Real Madrid. Así sucedía desde 1999 y al Cholo le costó cambiar la tendencia. Pasó año y medio en el banquillo rojiblanco antes de que pudiera ganar al Real Madrid por primera vez. Fue en la final de Copa de 2013 y en el Bernabéu. Ganó el Atlético y, sin saberlo, el Cholo y sus jugadores habían inaugurado una nueva era. Fue el último derbi del portugués en el banquillo madridista. Con Ancelotti, los derbis han seguido la inercia que comenzó en aquella final.

Simeone encontró primero la manera de conseguir que sus jugadores creyeran que son capaces de derrotar al Real Madrid y después, la manera de ganarle. Simeone ha acabado con victoria seis de los últimos once derbis disputados, cinco de ellos ya con Ancelotti en el banquillo. Ha perdido tres y ha empatado otros tres. «No tengo problemas en decir que el Atleti ha jugador mucho mejor, pero las cuentas se hacen al final de la Liga», decía Ancelotti después del encuentro cuando le preguntaban si el Atlético le había tomado la medida al Madrid. Pero el Atlético va superando retos poco a poco cada vez que se enfrenta a su máximo rival. El primer paso era derrotarle y lo consiguió en la final de Copa contra Mourinho. Después, tenía que ganarle en Liga y lo consiguió en el encuentro siguiente, otra vez en el Bernabéu con gol de Diego Costa.

El siguiente paso era ganar en el Calderón, algo que el Atlético no conseguía desde el siglo pasado. En 1999 consiguieron los rojiblancos el último triunfo en casa en un derbi. Ese reto lo superaron el sábado, adornándose, además, con un 4-0. Algo que no sucedía desde el 2 de enero de 1977, con Luis Aragonés en el banquillo y dos goles de Rubén Cano. Panadero Díaz y Bermejo marcaron los otros dos. De esta manera, el Atlético encadena seis partidos consecutivos sin derrota contra el Real Madrid. Otra marca que hay que ir a buscar muy lejos en el tiempo, en los años 60, cuando Luis Aragonés todavía llevaba el «8» a la espalda.

El Atlético se ha vuelto a meter en la pelea por la Liga, pero aún tiene cuentas pendientes. Ha ganado en los dos campos, en Copa y en Liga. Le falta la Liga de Campeones. La derrota en la final de la temporada pasada duele y Simeone y sus jugadores se han marcado el objetivo de ganar en Europa, aunque nunca se atrevan a reconocerlo. « Seguimos diciendo lo mismo. Nuestra filosofía es ir partido a partido. No nos ponemos a pensar más allá de eso porque eso nos desviaría de nuestro trabajo», aseguraba después del encuentro. Pero el equipo y la afición se ilusionan con la posibilidad de conseguir algo que nunca antes han logrado en la historia.

Simeone ha conseguido, además, que el Atlético se atreva a jugar de otra manera. Nunca deja de presionar, de pelear, de angustiar al rival, pero a veces se permite añadir algo más. «Las características del partido pedían combinación, velocidad y conducción, y lo interpretaron a la perfección. Tenemos un grupo impresionante que no se conforma con nada, que se exige diariamente y eso nos permite entrenar como se juega», decía tras el partido. Y después añadía: «Algunas cosas no se imaginan, suceden».