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«Soy el padre de...»

Enzo, Luca, Theo y Eliaz, los hijos de Zidane
Enzo, Luca, Theo y Eliaz, los hijos de Zidanelarazon

Los hijos de Zidane triunfan en la cantera blanca y el ex futbolista nunca ha querido que se aprovechen del apellido

«Veías a Zidane en el campo, su forma de jugar, su forma de estar y su hijo era igual, era idéntico». Zizou jugaba en el Real Madrid. Era su penúltimo año, mientras Enzo Fernández entraba en el Benjamín A de la cantera madridista. Era un niño de 9 años, una edad en la que aún es muy difícil observar si un futbolista va para estrella o si, por lo menos, tiene cualidades. A Enzo, sin embargo, se le veían maneras que su padre, en esos tiempos, lucía en el Santiago Bernabéu. «Se notaba que jugaba en casa con él. Hacía sus ruletas», cuenta uno de los técnicos que entrenó al niño que se apellidaba Fernández, como la madre, para no ser reconocido como el hijo de Zidane. Enzo ha debutado en el Castilla este año, en Segunda B, entrenado por Zizou. Era el paso que le quedaba a un futbolista que ha crecido en el Madrid: juega detrás del delantero y ya no puede disimular, ni física ni técnicamente, que es hijo de su padre. Ni él, ni Luca, ni Theo ni Eliaz, todos hijos de Zidane, todos en la cantera madridista y todos apellidados Fernández en la web del club blanco. Zidane jugaba con ellos en casa, como se puede ver en un vídeo de internet, en el que ellos intentaban imitar la famosa ruleta de su padre. A veces les salía, a veces se caían.

Los que siguen a la cantera ven muchas veces a Enzo observando los partidos de alguno de sus hermanos. Le gusta el fútbol, asegura quien le conoce. «Es humilde, superagradecido, cercano, muy introvertido, bastante pausado y no muestra demasiado las cosas y lo que le pasa, pero es generoso cuando tiene que ayudar en el esfuerzo», confirma quien fue uno de sus técnicos. Y es tan reservado como su padre: Zinedine Zidane le dijo un día a un ex compañero de profesión y ahora amigo que no le gustaba nada salir en los periódicos. Su amigo le contestó: «Eres Zidane, no puedes evitarlo».

Tanto la familia como el club han tenido especial cuidado en proteger a los hijos del hoy entrenador del Castilla. Sólo los familiares van a los entrenamientos, no dan entrevistas, no conceden más información que la que se ve en la web. En el torneo de niños de Arona, Theo ha acabado como máximo goleador. Apenas ha aparecido en los medios porque la prensa del club protege a todos los futbolistas. Los Zidane, además, siguen el ejemplo del mayor, Enzo. «Le gusta pasar inadvertido, que no se hable mucho de él», dice alguien que conoce la cantera del Real Madrid. «Apenas habla», asegura un ex compañero. «Es uno más, él nunca ha sacado provecho de su apellido».

Pero es imposible no llamar la atención cuando Zidane es quien te lleva a los entrenamientos. Él, su madre, o alguien de la familia, son quienes se ocupaban de recoger a los niños. Enzo ya es mayor de edad, pero los otros tres tienen clases por la mañana y entrenamientos por las tardes en Valdebebas, dos o tres días a la semana, según el equipo en el que jueguen. Enzo es mediapunta, en el C. Luca, portero en el Juvenil B; Theo, delantero en el Infantil B y Eliaz juega en el Benjamín A.

Los que esperaban que Zidane utilizase su nombre para hablar de sus hijos o para promocionarlos, se equivocan. Es tan discreto como lo era en el campo. Antes tenía más tiempo para ir a verlos y muchos familiares de otros compañeros se habían acostumbrado a verle por las gradas, aunque él se situaba en una zona reservada para evitar las inevitables peticiones de autógrafos. Zidane quiere que se trate a todos sus hijos con la mayor naturalidad posible. Y él actúa y actuaba como si no fuera el futbolista que de un balón que cayó del cielo, dio la «Novena» al Real Madrid. «Te llamaba cuando tenía que comentar algo para su hijo, como otros padres –explica un ex entrenador de la cantera–. Preguntabas quién es y te decía: “Soy el padre de Enzo”. Era Zidane, pero prefería no decirlo». Cuando era futbolista profesional, por culpa de algún partido, tenía problemas para llevar al niño a los entrenamientos. No había excusa mayor. Pero Zidane hablaba con el técnico de su hijo y le pedía permiso para que Enzo faltase.

En las redes sociales los compañeros de sus hijos son, como todos los jóvenes, poco discretos. Los Zidane no. En cuanto Theo se convirtió en el máximo goleador en Arona, salieron varias cuentas de Twitter con su nombre. Ninguno de los hermanos tiene cuenta en esa red social. Saben bien quiénes son y qué deben hacer. Lo cuenta quien ha entrenado a Enzo: «Es verdad que cuando son críos, llaman más la atención por ser hijos de, pero él y sus hermanos lo han llevado muy bien». Como Zidane: en una cena de padres de futbolistas de la cantera, uno le invitó. La noche de la quedada, Zizou apareció en el restaurante junto a otros padres. Era uno más, o eso quería. Era de una naturalidad imposible: el restaurante tuvo que cerrar las puertas de la gente que entraba a ver al padre y estrella.