Open de Australia
Y al serbio le sustituye el número 150 del mundo... Salvatore Caruso
El italiano de 29 años sólo ha ganado cinco partidos de Grand Slam en su carrera. Berrettini es el gran beneficiado por la deportación de Novak y podría ser el rival de Nadal en una hipotética semifinal
La decisión de la Corte Federal de deportar a Novak Djokovic ha producido un cambio brutal en la composición del cuadro del Open de Australia que arrancará en la madrugada del lunes hora española. El adiós del número uno del mundo, además de impedirle conquistar su décimo Grand Slam en Melbourne, supone que la parte alta del cuadro acoja a un jugador procedente de la fase previa en lugar del balcánico, ya que la noticia de su deportación llegó una vez hecho público el programa de la primera jornada.
Y el afortunado “lucky loser” que competirá en Melbourne es Salvatore Caruso, un italiano de 29 años que en toda su carrera ha disputado 15 partidos de Grand Slam con un balance de 5 victorias y 10 derrotas. No será la primera vez que Caruso compita en el Open de Australia. Su mejor participación fue precisamente la pasada edición donde alcanzó la segunda ronda tras derrotar al suizo de origen finlandés Henri Laaksonen. Luego se encontró con su compatriota Fabio Fognini ante el que cayó en el tie-break del quinto set. En sus dos anteriores comparecencias salió derrotado en primera ronda ante Tsitsipas (2020) y Jaziri (2018).
¿Qué conlleva el adiós de Djokovic? La sacudida en el torneo es extraordinaria. El serbio marchaba por la parte alta del cuadro como número uno del mundo. Y en su camino, en una hipotética semifinal, se encontraba Nadal. El gran beneficiado por su baja es Matteo Berrettini, que era el potencial contrincante de Djokovic en cuartos y ahora ve cómo su zona se queda sin grandes alternativas a su poderío, más allá de Pablo Carreño o Gael Monfils.
La entrada de Caruso se ha debido a que organización del torneo publicó el orden de juego una hora y media antes de la decisión de los jueces de la Corte Federal con lo que ya era imposible una redistribución entre los cabezas de serie para compensar la integridad del cuadro. Djokovic no sólo no podrá defender su corona conseguida a orillas del río Yarra durante la edición pasada. Tampoco tendrá la ocasión en Australia de consagrarse como el tenista más laureado de todos los tiempos con 21 títulos Grand Slam. El serbio tenía previsto debutar el lunes en la Rod Laver Arena ante su compatriota Miomir Kecmanovic, pero los tribunales han acabado con su aventura en Melbourne.
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