Dayana Yastremska es la protagonista de una imagen que ha conmovido al mundo del deporte. Cuando la tenista ucraniana logró en Lyón su victoria frente a la rumana Ana Bogdan por 3-6, 7-6 (7) y 7-6 (7) en un partido que duró 3 horas y 5 minutos, cayó al suelo y se derrumbó en un llanto desconsolado que impactó al público y a su rivales. Unas lágrimas que esconden una trágica historia marcada por la guerra. “Ha sido el partido más duro de mi vida”, afirmó casi sin poder articular palabra.

La dramática situación que viven los civiles en Ucranianos deja cada día cientos de relatos de personas que tuvieron que dejar todo lo que tenían y más y partieron sin nada en el primer transporte que encontraron para dejar su tierra. Su país. Este es el caso de la tenista Dayana Yastremska, de 21 años, que narró en una cruda publicación en su cuenta de Instagram lo difícil que es dejar atrás seres queridos y a tu patria para salvar tu vida vida.

Antes de llegar a la ciudad francesa para afrontar el WTA 250 de Lyon, Dayana Yastremska y su hermana Ivanna vivieron un episodio de terror, en el que debieron escapar de sus tierras para sobrevivir. “Nos despertábamos por las bombas”, fue una de las frases que dijo la mayor que ocupa el puesto 128 del mundo en dobles, tras su debut junto a Ivanna, de 15 años, en el certamen galo.

“Nos despertaron las bombas”

“El miércoles estábamos en casa en Odessa (sur de Ucrania). Pasamos tiempo con nuestra familia antes de hacer este largo viaje hasta Lyon. La tarde fue agradable pero al día siguiente por la mañana fuimos despertadas por las bombas”, relató con dolor. “Después de pasar dos noches en un estacionamiento subterráneo, mis padres tomaron la decisión a toda costa de enviarnos a mí y a mi hermana menor fuera de Ucrania. “Mamá, papá, cuídense mucho. ¡¡Los queremos demasiado!! ¡Te amo Ucrania! Ucranianos cuiden sus vidas”, escribió en un emotivo posts, que incluyó una foto y cuatro videos de la triste despedida de sus seres queridos antes de partir con un rumbo incierto. Justamente, en uno de los videos se las ve en un barco, que transportaba vehículos, saludando a su familia.

“No nos dimos cuenta ni comprendíamos lo que pasaba. Era una locura. No era ni una película, ni un videojuego. Estábamos muy sorprendidas. Dejamos el apartamento para refugiarnos en el parquin subterráneo mientras siguiesen las bombas”, agregó la tenista, que confesó haber pasado tres noches sin dormir.

El emotivo mensaje de su padre

“Estuvimos cuatro horas para llegar al Danubio, en la frontera rumana. Teníamos miedo de las bombas o de cruzarnos con tanques rusos. Había una larga fila de coches en la frontera y terminamos a pie. Ahí fue donde nos despedimos de nuestro padre”, subrayó Dayana, quien aún recuerda las palabras que le dijo su papá: “No sé cómo acabará esta guerra, pero tienen que cuidarse una a la otra y luchar por cumplir sus sueños. Construyan una nueva vida y manténganse juntas. No se preocupen por nosotros, todo irá bien. Pase lo que pase, Ucrania es su patria”. Su madre podría haber salido junto a ellas, pero eligió quedarse en su país con el resto de la familia.

El objetivo clave de Odesa

Uno de los problemas de Yastremska y de su familia es que viven en Odesa, una de las ciudades que más le interesan a Putin, dado que cuenta con un puerto con salida al mar Negro. Si bien algunas fuentes indican que los locales están presentando resistencia a una invasión del ejército contrario, hay medios que ya dan al lugar como ocupado por tropas rusas. Uno de los planes podría ser, más adelante, llegar a Transnistria, zona perteneciente a Moldavia, pero que se autodenomina pro rusa y que tiene intereses independentistas. De querer “liberar” a las repúblicas populares de Donetsk y Luhansk a a atacar más destinos como la propia Odesa, Dnipro, Járkov, Kharkiv, Lutsk, Kherson, Mariupol y Chernóbil. Así se está desarrollando la escalada militar rusa.

La jugadora ucraniana ocupa actualmente el puesto 120 del ranking internacional. Sin embargo, su caída en la clasificación ATP no está motivada por un mal rendimiento o falta de calida, sino por haber sido injustamente sancionada por doping, hecho que confirmó el Tribunal Independiente del Programa Antidopaje de Tenis al asumir que la tenista no había incurrido en alguna falta a las reglas.

Estuvo fuera de las canchas entre noviembre de 2020 y julio de 2021. Hasta el momento, suma tres títulos en individuales (Hua Hin, Estrasburgo y Hong Kong) y su mejor resultado en un Grand Slam fue la cuarta ronda alcanzada en Wimbledon 2019.