Masters 1.000 Miami
Alcaraz: dos puntazos, el increíble golpe para cerrar el partido y el gesto para despedir al rival (vídeo)
El joven murciano de 18 años se plantó en semifinales del Miami tras una exhibición y mucho sufrimiento ante el serbio Kecmanovic
Carlos Alcaraz remontó a Miomir Kecmanovic por 6-7 (5/7), 6-3 y 7-6 (7/5) en los cuartos de final del Masters 1.000 de Miami en una demostración de poderío y resistencia que hizo vibrar a los espectadores. “Parecía que estaba jugando en España”, comentó el tenista murciano, que se ganó también al público pidiéndoles apoyo. Está empezando en la élite pero le ha pillado el gusto a los escenarios importantes. “Es increíble. La energía que me transmitieron fue una locura. Creo que sin ellos no hubiera sido posible llegar a las semifinales”, añadió Alcaraz. Pero la retroalimentación la provocó él mismo con puntos como el del primer vídeo, en el que mostró una capacidad para defender espectacular, daba igual si lo que venía del otro lado era un remate. Pero es que después de salvar lo que parecía imposible, completa la hazaña con un globo:
Kecmanovic también disputó un partidazo, sin apenas cometer errores no forzados (sólo 16 en todo el encuentro) e igualmente corriendo a todas las pelotas. Por momentos se puede decir que los dos tenistas recibieron de su propia medicina. El español terminó con 40 errores no forzados por 52 tiros ganadores. “Miomir estaba jugando increíble en Miami”, opinó Carlos. “Sabía que iba a tener que poner mi mejor nivel. Él ha tenido oportunidades de ganar. Hice un gran tiro en el 4-5 en el tercer set, 15/30 (un revés paralelo)″, agregó. Uno de los puntos en el que Alcaraz tuvo que sacar lo mejor de sí es del siguiente vídeo, en el que pese a mover a su rival de lado a lado tiene que volear y retroceder para finalizar con un passing.
Un duelo como este no podía terminar de una manera “normal”. En un momento del tie break del tercer y definitivo set la estadística mostraba los puntos totales ganados por cada jugar: empate a 99. Los tres siguientes los sumó el español para llevarse el partido. Y el último fue otra demostración de calidad y buenas piernas, porque después de 2 horas y 23 minutos de batalla, llegó a un dejada ajustadísima para después colocar la bola en la esquina, al fondo, imposible para Kecmanovic.
La reacción de ambos tenistas al acabar fue el ejemplo de que había sido un espectáculo. No se limitaron a darse la mano, se dieron un abrazo sentido y compartieron unas palabras. Después, cuando Alcaraz estaba en plena euforia por el triunfo y fue a recoger la raqueta que había tirado, Kecmanovic abandonó la pista y el murciano se paró para unirse al público en el aplauso al serbio.
✕
Accede a tu cuenta para comentar