El dinero que ha ganado Carlos Alcaraz por conquistar el Masters 1.000 de Miami

Carlos Alcaraz ha dado otro paso más en su todavía corta carrera al conquistar su primer Masters 1.000 en la séptima participación en torneos de este tipo. La primera fue justo en Miami hace un año, en 2021, y desde ahí ha hecho una segunda ronda en Madrid, primera ronda en Cincinnati e Indian Wells, tercera ronda en París-Bercy, las semifinales de este curso en Indian Wells y el título en Florida, dos semanas después. El premio añadido a un título tan prestigioso, el durante mucho tiempo considerado como el “quinto Grand Slam”, es una buena suma de dinero: son 1.231.245 dólares por proclamarse campeón (aproximadamente unos 1,11 millones de euros al cambio). Eso se suma a los 2.560.175 dólares (2,32 millones de euros) que ya acumula pese a llevar apenas un año y medio con los mejores, pero con unos resultados en los que se va comiendo etapas a toda velocidad. Eso sólo en premios. Los patrocinadores y demás van aparte. El tenis es un deporte que mueve mucho dinero, pero también tiene gastos por los viajes alrededor del mundo, entrenadores, fisios, managers y todo el equipo que tiene un jugador alrededor.

Alcaraz jugó su primer partido en un torneo de máximo nivel en Río de Janeiro en 2020. Tenía 16 años y venció a Albert Ramos, para caer en segunda ronda. Hasta 2021 no participó con más asiduidad en el circuito más importante y siguió jugando Challengers. Disputó los cuatro Grand Slams y ganó partidos en todos, aunque tanto en el Open de Australia como en Roland Garros tuvo que pasar también la fase previa al no tener el ranking suficiente. Consiguió algo que no habían logrado ni Nadal ni Djokovic ni Federer: debutar con éxito tanto en los cuatro “Grandes” como en la Copa Davis, el torneo que tradicionalmente más pone de los nervios a los jugadores por aquello de ser por equipos, defender a tu país... En 2021 ganó su primer ATP 250, en Umag; y las ATP Next Finals, el Masters para menores de 21 años. En 2022 ha ganado el ATP 500 de Río de Janeiro y el Masters 1.000 de Miami. Esta asumiendo con mucha naturalidad todo lo que está sucediendo y a finales de la temporada pasada, en una entrevista con este periódico, aseguró que “aunque fuera número uno del mundo, seguiría siendo el mismo chico humilde”. La humildad no la ha perdido, como se vio en las semifinales ante Hurkacz, al conceder un punto al polaco que el árbitro le había quitado. Eso no quita que no sea ambicioso y sueñe con lo máximo.