Victoria

Alcaraz desactiva otra bomba y ya está en tercera ronda de Wimbledon

El español superó a otro cañonero, Griekspoor (6-4, 7-6 [7-0] y 6-3), al que domó con más facilidad que en la primera ronda. El alemán Otte será su rival en tercera ronda

Alcaraz finaliza en la red una jugada ante Griekspoor en la segunda ronda de Wimbledon
Alcaraz finaliza en la red una jugada ante Griekspoor en la segunda ronda de WimbledonANDY RAINAgencia EFE

“La hierba ya no es para sacadores”, se queja el estadounidense Opelka, un gran sacador (¿el mejor ahora mismo?). “La han ralentizado demasiado”, añade. Puede que no sea lo de antes, pero si el saque es un golpe decisivo casi siempre, se pise el suelo que se pise, en hierba todavía un poco más. Y Carlos Alcaraz ha tenido un comienzo de Wimbledon más que peligroso. Primero con Struff, que le llevó al límite, al quinto set. Y después con el neerlandés Griekspoor, otro tenista que arma su juego desde ese primer golpe, pero al que el español logró domar con más facilidad (6-4, 7-6 [7-0] y 6-3).

También el servicio del español es bueno, pero no tanto, al menos todavía, como para llamarlo “sacador”. Él, además, maneja muchos más recursos que poco a poco fueron apareciendo ante Griekspoor. Carlitos apenas tiene en sus espaldas cuatro partidos en hierba, los dos de Wimbledon 2021 y los dos (de momento) de este año, pero es una superficie que le gusta porque le apasiona irse para adelante. Más lenta que antes o lo que sea, el verde es un lugar para ir al ataque y Alcaraz se fue a la red con valentía para salvar la primera pelota de break. A veces dudaba y eso le hacía golpear la bola en el aire tarde, pero tiene claro que en cuanto desplaza mucho a su rival, arriba que se va.

A Griekspoor le falló el servicio en el noveno juego del primer set: no metió un primero y Alcaraz se lo hizo pagar, para conseguir restar mucho y bien y lograr el break. Después, lo confirmó con un juego cerrado con un saque directo. Justo antes había fallado un remate clarísimo, pero eso no le descentró.

En el segundo set siguió mostrando los trucos de su chistera el español. Ya avanzado un parcial que se resolvía en ambos lados con servicio directo va, servicio directo viene, las dejadas que tanto le caracterizan llegaron a la pista 2 del All England Club. La precisión es altísima: asusta al rival amagando con el tiro fuerte, o directamente le meta atrás con un cañonazo, y después acaricia la pelota y la deja muerta. El tie break que jugó no tuvo un pero: golpes sutiles de muñeca, aceleración, servicio y un rotundo 7-0.

Todavía le quedaría suspense al encuentro con un intercambio de breaks. Griekspoor le recuperó al español la rotura y le metió algunas dudas en el cuerpo, pero salvó con bravura su servicio con 2-2 y después sí aprovechó él sus oportunidades con una rotura en blanco. El partido ya era suyo. En tercera ronda le espera el alemán Otte.