Tenis

Empieza el US Open: Nadal y Alcaraz, entre el cuerpo y la mente

Rafa afronta el último Grand Slam del curso pendiente de su abdomen, y Carlos, de la presión

Rafa Nadal, durante un entrenamiento previo al US Open
Rafa Nadal, durante un entrenamiento previo al US OpenPETER FOLEYAgencia EFE

Rafa Nadal, de alguna manera, defiende título en el US Open. No ganó el año pasado en Nueva York, pero sí la última vez que participó, en 2019. En 2020 se lo perdió por la pandemia y en 2021, por la lesión crónica en su pie. A este de 2022 llega justo y con sólo un partido jugado en los dos últimos meses, problema en realidad con el que ha tenido que lidiar durante todo el curso.

Lo suyo está siendo una temporada fantástica contra los elementos. Tres días antes de ir a Melbourne en enero, para terminar conquistando el Open de Australia, no sabía si iba a viajar porque el problema en su pie izquierdo no se terminaba de ir. Dos semanas antes de Roland Garros su imagen era abandonando Roma cojo y cabizbajo por la misma dolencia, a la que se había añadido la fisura en la costilla que le hizo perderse la mitad de la gira de tierra... Pero triunfó en París y ganó su décimo cuarta Copa de los Mosqueteros. Dos semanas antes de Wimbledon, se sometió a un tratamiento en el pie que podía funcionar o no; lo hizo y en Londres, cuando mejor estaba jugando, cuando ya se había adaptado a la hierba y tenía que afrontar las semifinales, llegó la rotura abdominal.

La recuperación ha sido algo más lenta de lo esperado y desde comienzos de julio hasta ahora sólo jugó en Cincinnati, y cayó en el debut ante Coric. «El problema es el saque», explica el balear. «La lesión en el abdomen es peligrosa, pones mucho esfuerzo en el servicio, hay que buscar flexibilidad que al principio no tienes, hay una cicatriz, y existe el riesgo de que se vuelva a abrir», continuó el zurdo. En Cincinnati no forzó con el saque y también sigue tomando precauciones con ese golpe en los entrenamientos, pero Rafa se mostró contento con la intensidad con la que se está preparando los últimos días. Como tantas otras veces para él, se trata de ir creciendo con el torneo, superar rondas y llegar a los rivales más importantes ya pleno de confianza. Uno de ellos podría ser Carlos Alcaraz en semifinales...

...«Ojalá», desea el joven murciano. «Sería fantástico jugar aquí contra Rafa, pero hay grandes partidos por delante y debo superar todos y cada uno de ellos. Él también, es un duro camino», añade un jugador que vuelve al lugar donde empezó todo. Porque en la pasada edición del US Open fue cuando se dio a conocer al mundo con una victoria contra Tsitsipas, que terminó tan alucinado que dijo que nunca había visto a nadie pegar tan duro a la bola. «Tengo grandes recuerdos. Trato de ser el mismo chico de siempre y no noté la diferencia con respecto al año pasado», cuenta Carlos.

Lógicamente, no es el mismo chico porque su vida se ha convertido en una locura en poco tiempo, con títulos importantes, convirtiéndose en imagen de torneos, en referente para los rivales, en el cuatro del mundo... Hasta que en el Masters 1.000 de Montreal, al caer ante Paul en su estreno, reconoció que por primera vez le había podido la presión. Una lección más para un chico que tiene 19 años. «Como en Montreal noté la presión, ahora intento no pensar en eso, sólo disfrutar, mostrar mi mejor juego. Obviamente quiero un gran resultado aquí, pero mi objetivo es disfrutar, porque si lo hago, tendré un buen resultado», asegura.

Tan distinta es la situación de Alcaraz, que si conquista el torneo será número uno del mundo. Depende de sí mismo, lo mismo que Nadal y Medvedev. Tsitsipas y Ruud también podrían salir de Nueva York en la cima del tenis.