Danielle Collins: de anunciar su retirada en enero y no poder moverse hace un mes a campeona del WTA 1.000 de Miami

El WTA 1.000 de Miami tuvo una ganadora inesperada por varios motivos. No porque Danielle Collins sea una mala tenista, ni mucho menos: es finalista de un Grand Slam (Open de Australia 2022) y ha llegado a ser la número siete del mundo. Pero hace apenas un mes se retiró de Austin por un problema en la espalda que le condicionó hasta el día a día: reconoció que su novio la tenía que ayudar a hacer tareas cotidianas, que apenas podía andar.

Esa es una de las razones. La otra, que la estadounidense anunció en enero que este iba a ser su último año como profesional. Lo dijo después de poner contra las cuerdas a Iga Swiatek en Australia. Dominaba por 4-1, con doble break, en el tercer set, en la segunda ronda, y sufrió la remontada de la número uno del mundo. "Va a ser mi última temporada en el circuito", confesó. "Creo que he tenido una buena carrera, con muchos altos y bajos, obviamente, pero este es un deporte muy duro con los viajes y el exigente calendario", prosiguió. Para ella ha sido un poco más duro todavía, pues ha tenido y tiene que lidiar con una artritis reumatoide, una enfermedad crónica que puede causar inflamación y dolor en las articulaciones. "Siento que tengo otras muchas cosas que quiero realizar en esta vida, y querría disponer del tiempo para ello. Obviamente, tener hijos es una de ellas", anunció en su momento Collins para explicar su decisión.

En Miami perdió el primer set del primer partido que jugó contra su compatriota Pera, pero remontó con un doble 6-1 y a partir de ahí ninguna rival ha conseguido ganarle un parcial y hasta la final, ni siquiera más de tres juegos en un set. Ha ido de paliza en paliza y en la pelea por el título la kazaja Rybakina, la cuatro del mundo y gran favorita, también sucumbió por 7-5 y 6-3.

Después de conseguir el éxito más importante de su carrera (tiene otros dos títulos WTA, pero de menor categoría), la pregunta estaba clara en la conferencia de prensa posterior: "¿Se plantea su decisión?". "No", contestó. Y desarrolló la respuesta: "Vivo con una enfermedad inflamatoria crónica que afecta la posibilidad de quedar embarazada. Es una situación profundamente personal que ya he explicado. Hay mucho más en juego que el tenis y mi carrera, que estoy disfrutando, pero se trata de una decisión de vida, que debería ser fácilmente entendible".

También desveló Collins que el de Miami es un torneo que siempre quería ver en la grada, y que suplicaba a su padre para que la llevara, y que éste le contestaba que iría cuando participara en él. No sólo ha participado, ya puede presumir de haberlo ganado.