Roland Garros

Djokiovic sufre ante Goffin en su estreno en Roland Garros

El serbio Novak Djokovic sufrió pero no falló en su estreno hoy en París contra la joven promesa belga David Goffin, en una jornada marcada por la lluvia en la que la mejor raqueta del mundo dio un paso de cara a su gran objetivo: sumar su primer Roland Garros.

El partido de Djokovic empezó con retraso, después de que la lluvia inundara buena parte de la mañana parisina y obligara a retrasar todo el programa de partidos e, incluso, a anular catorce encuentros.

Tras un primer set complicado para el de Belgrado, en el que el joven belga sumó más puntos ganadores que su rival (39 por 36), Djokovic logró llevarse la manga.

Pero los problemas continuaron el en segundo contra un chico que el año pasado ya logró arrebatarle un set a Roger Federer y ganarse la admiración de sus vecinos franceses.

Djokovic, que no rompió el saque de Goffin en el primero, sí lo consiguió en al inicio del segundo (2-1), aunque el belga logró devolverle el golpe y subir el 4-4 al marcador.

Sin embargo, la mejor raqueta del mundo, que no esconde que ganar el próximo día 9 de junio es una de sus metas más deseadas, logró llevarse esa manga y encarrilar un partido que cerró en 2 horas y 13 minutos con un tanteo de 7-6 (5), 6-4 y 7-5.

Tras ganar, "Nole"celebró su victoria con un gesto de rabia, de extraña intensidad para el primero de los siete encuentros que debe apuntarse si quiere levantar la Copa de los Mosqueteros.

En segunda ronda tendrá como rival al argentino Guido Pella, que derrotó al croata Ivan Dodig.

Pella, en un larguísimo partido de 3 horas y 24 minutos, el primero a cinco sets en su corta carrera (23 años), se apuntó su primera victoria en un Grand Slam por 4-6, 6-4, 6-3, 2-6 y 12-10.

"Pienso que se le puede ganar, por más que sea el número uno del mundo", dijo ante la prensa el zurdo de Bahía Blanca, quien subrayó que aunque "las oportunidades de ganar son remotas, uno siempre entra a la cancha con esa mínima esperanza".

Pero en una jornada en la que no falló ninguno de los favoritos (Stosur contra Date-Krumm, Wawrinka contra De Bakker, Davydenko contra Serra...), la gran protagonista fue la lluvia, que obligó a retrasar el inicio de los partidos y a interrumpirlos después, hasta que escampó una vez superado el medio día.

Si para el público es un suplicio el desfile de paraguas y chubasqueros buscando refugio, apelotonados en los pocos pasillos techados, para los tenistas es una incertidumbre que les impide concentrarse en los partidos.

Y todo porque ninguna pista de Roland Garros puede cubrirse. Hay un proyecto para ampliar y modernizar el Grand Slam de París que evitaría ese problema, pero los sobrecostes y retrasos llevan la fecha ya hasta 2018, si un litigo con vecinos y ecologistas no impide que el torneo pase de 8,5 a 12,5 hectáreas a cambio de borrar del mapa unos históricos invernaderos adyacentes.

"El techo es muy importante (...) porque llueve muy a menudo", dijo Djokovic, que pidió al menos que los organizadores instalen focos en la pista central para que los partidos no tengan que suspenderse poco después de las 21.00 en la capital francesa.

"Espero que esté listo el año que viene", dejó caer el serbio, que juega con lentes de contacto.