Djokovic sigue lejos

El serbio, casi perfecto, no dio opción a Nadal en la final de Doha (6-1 y 6-2). «Hoy él es mejor, pero esperaré mi momento», dice Rafa.

Nadal se siente más fuerte que el año pasado, pero no lo suficiente, por el momento, para preocupar a Djokovic. El número uno del mundo lo sigue siendo y a una distancia sideral del resto, incluido el de Manacor, que no tuvo mucho que decir en la final del torneo de Doha. 6-1 y 6-2 en 1 hora y 13 minutos de dominio del balcánico, autoritario con su derecha y demoledor de revés. Metido siempre en la pista, mantuvo a Nadal más allá de la línea de fondo y desde allí, las opciones del español no es que se diluyeran, es que no resistieron más allá del primer juego. En la apertura del choque Nadal tuvo una bola de «break», habitual ante otros rivales, pero no tanto frente a Novak. No pudo aprovecharla, Djokovic ganó su servicio rompió el del rival en el segundo juego y se lanzó cuesta abajo hacia la victoria número 60 de su carrera. No es que Nadal se rindiera, es que el «rey» del tenis actual está muy sólido en su reinado, que parece ir para largo.

Las derechas de Rafa botaban dentro de los cuadros de saque, mientras las de su rival soplaban las líneas y siempre hacían daño. Las sensaciones eran todas a favor del serbio y los números marchaban en la misma dirección. Treinta golpes ganadores firmó «Nole», por sólo 9 de Nadal, y mientras el primero superó el 70 por ciento de puntos ganados al servicio, Nadal sudó para imponerse en la mitad de los suyos al saque. Incontestable la victoria de un jugador inaccesible para el resto del circuito en estos momentos. En las dos últimas temporadas, ha podido con Nadal en siete de las ocho veces que se han encontrado, sin importar demasiado el torneo o la superficie. Sólo cayó en la final de Wimbledon 2014, pero desde entonces Djokovic es inalcanzable para el ex número uno.

Novak confirmó los pronósticos, pero la contundencia de la caída no cambiará mucho los planes del manacorí para lo que viene. Ya dijo en la previa que lo de ayer no sería ningún termómetro para Australia. Nadal va a seguir con su plan de pensar sólo en sí mismo y de ir recuperando las sensaciones perdidas. Su plan es estar más cerca del serbio según avance el curso y que él no se muestre tan implacable. «Hoy él es mejor que yo, pero esperaré mi momento», decía.

«Jugué un tenis bastante perfecto, ciertamente. Desde el principio fui capaz de poner la pelota en el lugar que deseaba. La forma en la que jugué esta final me da una gran satisfacción», respondía el ganador, que completó un año entero siempre en las finales.