Doha

El «halcón» saca las garras

Djokovic vence al número uno en un duelo vibrante y conquista el título en Doha

Novak Djokovic celebra un punto ante Andy Murray
Novak Djokovic celebra un punto ante Andy Murraylarazon

Djokovic vence al número uno en un duelo vibrante y conquista el título en Doha.

La pelea por el número uno del mundo del tenis está muy viva. Con Nadal y Federer en proceso de recuperación, siendo todavía una incógnita hasta dónde pueden llegar, y a la espera de que uno de los jóvenes (Thiem, Zverev...) o no tan jóvenes (Raonic, Wawrinka, Cilic, Nishikori...) dé un paso adelante, el duelo entre Djokovic y Murray centra la lucha por la corona. Ayer se vivió la primera batalla de 2017. El año pasado fue el del asalto del británico a lo más alto. Tras un final de curso espectacular, remontó a quien había sido dueño de la ATP los dos últimos años y medio y plasmó esa superioridad venciéndole en la final del Masters. El cambio de ciclo se plasmó en un cara a cara, pero el serbio quiere recuperar lo que era suyo. «El bajón de final del año pasado me va a ayudar. Ahora sé lo que quiero», ha repetido. Y lo ha demostrado a la primera, en la final de Doha, y a las puertas del Abierto de Australia, el primer Grand Slam del curso.

La espectacular racha de Murray llegó ayer a su fin en un enfrentamiento memorable y emocionante. Eran 28 partidos consecutivos ganando y Nole se tuvo que trabajar romper ese registro. Venció por 6-3, 5-7 y 6-4 en casi tres horas. Bien pudo terminar antes el encuentro, pues en el segundo set Djokovic servía para ganar con 5-4. Pero mentalmente el británico ha crecido mucho y empezó una remontada que no pudo culminar. Igualó la ruptura salvando tres pelotas definitivas, se llevó ese set y al principio del siguiente, estuvo de nuevo muy cerca del «break» con un 0-30. Lo salvó Djokovic y después se lanzó a por el triunfo. El serbio, que a finales del curso pasado rompió su relación con Boris Becker, el entrenador con el que mejores resultados ha obtenido, también demostró estar centrado. La cabeza es un factor determinante en el tenis, aunque no aparece en las estadísticas. Si en las semifinales llegó a levantar a Fernando Verdasco cinco bolas de partido, ayer no se vino abajo cuando su rival estaba por las nubes. Aparte de su revés y su resto, lo que diferenció a Djokovic de los demás en sus años de reinado fue la mentalidad. Nadie jugaba como él los puntos calientes de los partidos. «Fue una batalla muy física, hasta el último disparo nunca se sabe con Andy», analizó el ganador. «Significa mucho. Durante los últimos meses de 2016 no había sentido esa confianza», añadió poco antes de recibir el trofeo del torneo qatarí, que tiene la figura de un halcón. «Mi abuelo me llamaba halcón, por eso jugar aquí es una motivación más», admitió. Posó con el título rodeado de estatuas de todos los vencedores de la historia. Una era suya, pues en 2016 ya se impuso allí. También estaban las de Ferrer y Nadal.

El ránking de la ATP amanecerá mañana con Murray al frente, pero las diferencias son pequeñas. El escocés tiene 12.560 puntos y el serbio, 11.780. El próximo capítulo de la rivalidad es en el Abierto de Australia, donde Nole defiende el título que le ganó precisamente a Murray hace un año. El primer «grande» es territorio para Djokovic, vencedor en cinco de las seis últimas ediciones y en seis ocasiones en total. Si Andy llega al menos a los cuartos, se asegurará salir de Melbourne como número uno.