El punto «G» de Djokovic

Djokovic está de estreno. En Melbourne, el número uno del mundo probará una nueva raqueta. Lo que supone un cambio traumático para muchos, en el entorno del serbio se ha llevado como una cuestión de estado si no llega a ser por un despiste de «Nole» en el pasado Masters de Londres. En uno de los habituales cambios de raqueta sacó de su bolsa uno de los nuevos prototipos ideado por Head y dio las primeras pistas. Era negra y tenía una pequeña «G» en el corazón del cordaje. El «top secret» que era el lema de la campaña de presentación se fue poco menos que al garete. El balcánico hará hoy la presentación oficial en su debut en el Abierto de Australia ante Mathieu.

La clave de la nueva raqueta, según la compañía, radica en el material con la que se ha construido, el grafeno. Se trata de una fibra de alto rendimiento más ligera y mucho más resistente que el grafito, el material tradicional. Su principal virtud es la dureza, 200 veces mayor que el acero y casi igual que la del diamante. Su repercusión en el juego es que sin perder estabilidad se gana un 8 por ciento de potencia en los golpes. Además, es más ligera, sólo pesa 245 gramos. Un ejemplo de su incidencia en el juego: si los mejores saques del serbio alcanzaban los 208 kilómetros por hora, la velocidad ahora podría aumentar hasta los 224. Con cañoneros como Karlovic o Raonic mejor no hacer cuentas. «Se obtiene mayor potencia con menos esfuerzo y sin temor a que la raqueta se rompa porque está hecha con un material altamente resistente», aseguran desde Head.

La empresa presume de que el grafeno permite repartir más equilibradamente el peso del corazón de la raqueta, distribuyéndolo a la cabeza y al mango. La nueva raqueta aumenta su peso en el mango (35 por ciento cuando antes era el 32), lo rebaja en el corazón (35-46) y lo aumenta en la cabeza (30-22).Esto le permitirá al serbio imprimir mucha más potencia a sus golpes aplicando el mismo esfuerzo. Algo imposible de realizar con la raqueta que utilizó durante 2012. Si le hubieran puesto esa distribución de pesos, terminaría quebrándose en la mayoría de los impactos. «Hasta ahora, el balance de la raqueta se conseguía distribuyendo el peso hacia la cabeza o hacia el mango, según las cualidades que se querían destacar del jugador. No se tocaba el corazón, ya que si se disminuía la masa en esa zona, podía ser demasiado frágil y romperse», comenta el responsable de la división de raqueta de Head España, Ricardo Fernández. Con el grafeno ese problema desaparece y también se reducen las vibraciones que genera la pelota, con lo que los golpes se controlan mejor.

Y si alguien quiere imitar a Djokovic en el primer «Grande» de la temporada, el precio de la nueva arma del serbio es de 230 euros.