La furia de Djokovic en Montecarlo: discusión con la juez de silla, raqueta rota de una patada... Y derrota

A Novak Djokovic le están llevando los demonios en su regreso a las pistas tras haberse perdido los Masters 1.000 de Indian Wells y Miami al no poder entrar en Estados Unidos por no estar vacunado. Su vuelta ha sido en Montecarlo y ya en la primera ronda ante el ruso Gakhov, 198 del mundo, estuvo enfadado durante casi toda la tarde y se vio obligado a jugar un tie break en el primer set (7-6 [7-5] y 6-2). Contra Musetti en los octavos de final el enfado fue a más y el resultado fue una derrota por 4-6, 7-5 y 6-4.

Algo no le cuadra al tenista serbio, que luce una aparatosa protección en el codo derecho y que estaba teniendo dificultades para desplegar su mejor juego, lo que en el fondo entraría dentro de lo normal por el cambio de superficie y porque además la tierra batida es la que más le cuesta a Nole, siendo un fantástico tenista también sobre ella, aunque suele necesitar algo más de adaptación. El cabreo de Nole le llevó a romper una raqueta de mala manera, con un pisotón, cuando se vio 6-5 abajo en el segundo set ante el italiano:

Pero antes ya había tenido un momento tenso con la juez de silla Aurelie Tourte, después de una derecha de Musetti que pareció irse fuera. Tenía razón Djokovic, pero la árbitra bajó a buscar la marca y sólo vio una que a ella le pareció que era buena. Novak le indicaba que el bote correcto era otro, pero Tourte le dijo que en ese que le señalaba había una huella y que no podía contarlo, que la única que veía había tocado la línea. Así fue todo el momento tenso:

Estaba muy caliente el número uno del mundo porque, sobre todo con su servicio, no era capaz de tener regularidad. Cometió seis dobles faltas y en los dos primeros sets le hicieron siete breaks (en doce oportunidades), misma cifra que también tenía Musetti en contra. El italiano lograba la rotura y no la confirmaba. Así dos veces en el segundo parcial. Después fue Nole el que se puso por delante, pero tampoco se distanció, hasta que finalmente sí lo consiguió el transalpino y llevó el encuentro al tercer set.

Ese parcial comenzó con más normalidad, con un juego para cada uno al servicio y 40-30 para Novak, cuando la lluvia hizo su aparición en el Principado. El parón fue de una hora aproximadamente y Djokovic parecía volver más calmado, al menos de karma, pero sin encontrar el mejor tiro con la raqueta. Ya no gritaba, apenas alguna sonrisa irónica cuando cometía un error de los que no suele, y fueron unos cuantos. El octavo break que sufrió el líder de la ATP tampoco despertó su ira, ni la sentencia, que le costó a Musetti, porque en las dos primeras pelotas que tuvo tembló y luego tuvo que sufrir casi 10 minutos para llevarse la mejor victoria de su vida.

En cuartos, por tanto habrá duelo italiano, porque le espera Jannik Sinner, verdugo de Hubert Hurkacz (3-6, 7-6 [8/6] y 6-1) en un encuentro en el que levantó de forma espectacular una pelota definitiva en el tie break del segundo set.