Nadal impone su calidad frente a Berdych y accede a la final

Nadal logró el billete a la final de Indian Wells, primer Masters 1000 de la temporada.

Rafa Nadal está para cosas grandes. Indian Wells le ha servido para comprobar que tras sus ocho meses de parón forzado, puede volver al lugar al que estaba. Su tenis sigue ahí, entre los más poderosos. Después de unos torneos de tanteo jugados sobre tierra batida en la gira americana, Indian Wells suponía un nuevo reto, una prueba más definitiva, porque ahí sí que iban a acudir todos los mejores del mundo. Y entre los dos mejores del torneo se ha colado el español después de superar en semifinales a Berdych con relativa facilidad (6-4 y 7-5). Se ha plantado en la final en la primera toma de contacto con la pista dura, ésa que tanto teme porque es la que más castiga a sus maltrechas rodillas. La izquierda sigue vendada, pero de momento no es una preocupación para el número cinco del mundo, y ésa es la mejor noticia. «Me duele más los días que no juego que los días que juego», aseguró ayer en Teledeporte. Si Rafa no está limitado puede plantar cara a cualquiera, aunque su próximo oponente no será precisamente un cualquiera. El argentino Del Potro se ganó el derecho a luchar por el título con Nadal al dar la sorpresa ante el número uno del mundo, Novak Djokovic (4-6, 6-4 y 6-4).

Berdych lleva un año muy sólido y se presentaba como un duro oponente para Rafa, después de que Federer le dejara a medias en parte por su apático partido y por los dolores de espalda que sufrió. Pero Nadal volvió a mostrar su lado más competitivo frente al checo. Dominador con su derecha y con ese gran revés que ha mostrado durante el torneo, se llevó el primer set con un único «break».

El manacorense ha recuperado la movilidad y vuelve a ser un jugador temido para los que están al otro lado de la red. Su tiempo de parón parece no haber existido. Los rivales tiemblan como siempre y Berdych volvió a ser ese jugador superado por la presión cuando tuvo ventaja en el segundo parcial. Mandaba 5-3 y tenía saque, pero Nadal logró la ruptura más sencilla en el momento en que para otros es más complicado, y se enganchó al set. Berdych no volvió a lograr ningún juego más, pero el suspense todavía se mantendría. Con 6-5 a favor, Rafa tenía 0-40 en contra, y entonces apareció su arma inesperada, ésa con la que nadie cuenta: el saque. El español sirve mejor cuando más presión tiene. Salvó los tres puntos de «break», y un cuarto después, para meterse en la final. Del Potro es el último obstáculo.