Nadal quiere más

Dos títulos, una final y la rodilla izquierda en su sitio. La pretemporada en tierra batida de Nadal no podía terminar de mejor forma.

Dos títulos, una final y la rodilla izquierda en su sitio. La pretemporada en tierra batida de Nadal no podía terminar de mejor forma. En Acapulco, en un torneo de verdad después de Viña del Mar y São Paulo, apareció el Rafa más consistente desde su reaparición. Se trataba de dar varios pasos al frente y los ha dado todos. David Ferrer se topó con el jugador más parecido al que fuera el gran dominador sobre arcilla roja de los últimos ocho años y cayó en la final por 6-0 y 6-2 después de 65 minutos.

Es sólo un aviso, pero Nadal apunta hacia la dirección correcta un mes después de su reaparición. No es tanto su rendimiento en el Abierto Mexicano como las sensaciones que ha desprendido el desarrollo del torneo. Rafa se ha encontrado con rivales con los que se topará en primavera –Almagro y Ferrer– y su rendimiento es para que Djokovic, Federer y Murray sientan que Nadal está en camino.

La primera cita con los más grandes será ya, en Indian Wells. El primer Masters 1.000 de la temporada se disputa desde el jueves en el desierto californiano. Allí acudirá Nadal después de protagonizar hoy una exhibición con Del Potro en el Madison Square Garden. El bolo en la cancha de los Knicks servirá para que no se le atragante la pista dura de Indian Wells. Después de su título número 52 y el buen estado físico en el que se ha encontrado en Acapulco, Rafa era feliz, mucho más optimista de lo que acostumbran él y su entorno: «Me apetece seguir compitiendo, la rodilla me ha respondido bien durante la semana y esperemos que todo siga por el mismo camino, ahora sobre pista dura. Tengo que hacer caso a mi corazón y éste me dice que tengo que seguir compitiendo, que necesito ir al siguiente torneo y eso haré y es lo que siento».

Acostumbrados a una cautela extrema, encontrar a Nadal tan explícito sobre su estado físico y sobre sus compromisos inmediatos es la mejor pista. Y más ante lo que se va a encontrar desde el próximo fin de semana. En Indian Wells no faltará nadie. «¿Si me veo capacitado para ganar a un ''top 3''? Está difícil, pero he ganado al número cuatro y del cuatro al tres no hay mucha diferencia. Ferrer es uno de los mejores y más completos del mundo», comentó. Rafa estaba incluso sorprendido del nivel que mostró en la final: «No he hecho nada mal, he hecho un partido casi perfecto; la perfección no existe, pero para mí fue casi perfecto. Jamás me podría haber imaginado el nivel al que jugué hoy», señaló y luego expresó su sorpresa por cómo había competido en Acapulco: «Jugué como si los siete meses parado no hubieran existido, pero existieron y hay que tenerlos presentes y todo lo negativo se puede convertir en algo positivo si todo evoluciona bien». Rafa tiene claro que no va a mirar más allá de lo que suceda en las dos próximas semanas. Competirá en Indian Wells y dependiendo como termine el torneo se planteará el siguiente reto, el Masters 1.000 de Miami.

Sorprendido por el rendimiento en la final

Nadal ha podido probarse en Acapulco con especialistas en tierra batida. En Viña del Mar y São Paulo las pruebas fueron con gaseosa. En México estaban en el cuadro Nicolás Almagro y David Ferrer. Al murciano lo liquidó en semifinales con el examen más serio al que ha tenido que enfrentarse desde la reaparición. La final ante «Ferru» fue relativamente sencilla. El balance de la gira es todavía más satisfactorio a nivel de sensaciones que de resultados. Los dos títulos pesan menos que las buenas vibraciones que transmiten las rodillas.