Tenis
Otra final para Nadal
El español defenderá su título de Roma tras vencer a Berdych (6-2 y 6-4) en su mejor partido del torneo
Las nubes y el cielo plomizo de Roma dieron paso al sol. Y con él llegó el mejor Nadal para meterse en su cuarta final en los cuatro torneos que ha disputado en la gira europea de tierra. La octava en los ocho que ha jugado desde que volvió de su lesión. Sin palabras. La derecha del español, número uno en la Race (la clasificación que define a los mejores del año) y número cinco del mundo (cuatro si vence hoy), recuperó todo su peso y su poder, y domó al siempre peligroso Berdych. Irregular en todos sus duelos en el Masters 1.000 romano, Rafa mandó ayer desde el primer momento, con un «break» rápido e incontestable en el primer saque del tenista checo, que en la ronda anterior dejó fuera a Djokovic. A partir de ahí, Nadal jugó a placer. Sacó bien y atacó con la derecha. Incluso con su revés dejó algunos golpes ganadores. Berdych es un jugador peligrosísimo cuando golpea parado, pero ayer Rafa le tuvo casi siempre en movimiento para cerrar el primer set con un contundente 6-2. Un parcial prácticamente perfecto en el que el español sólo cedió un punto de los 16 que jugó con su saque y en el que logró 8 golpes ganadores más que su rival.
Y todo ello pese a que no estaba del todo cómodo con el vendaje que tenía en su pie izquierda por unas ampollas. Rafa se lo quitó y volvió a la pista para disputar un set algo más disputado en el que tuvo que salvar su primera situación delicada, un punto de rotura (la única que sufrió en todo el partido) que hubiera puesto a Berdych con ventaja de 2-0. El checo, además, restó muy bien, profundo y a los pies, pero Rafa se agarró a la tierra hasta que su rival no pudo más y estrelló la pelota en la red. A partir de ahí, el dominio fue de quien tenía el saque, pero Rafa siempre estaba más cerca del«break». No dio un paso atrás el español, fue agresivo como no lo había sido hasta ahora en Roma y esperó su momento, que llegó en el noveno juego con una rotura en blanco en la que volvió a utilizar la derecha paralela, su mejor arma, para martillear a su rival. Berdych sucumbió. No pudo repetir el milagro del día anterior, cuando remontó ante el número uno después de ir perdiendo por 6-2 y 5-2. Rafa no se dejó y a la segunda oportunidad cerró su pase a la final.
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