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Tenis

Toni Kroos describe a Alcaraz en cinco palabras y es imposible rebatirle

El ex jugador del Real Madrid, gran aficionado al tenis, ha hablado del tenista español antes de la final contra Sinner en Cincinnati

Toni Kroos se rinde a Carlos Alcaraz DPA vía Europa PressEUROPAPRESS

Este lunes, el tenis mundial se preparó para vivir un capítulo más de la que va a ser de una de las rivalidades históricas: Carlos Alcaraz contra Jannik Sinner. El escenario era la pista central del Lindner Family Tennis Center, en Cincinnati, donde a partir de las 21:00 horas (hora española) se disputará la final del Masters 1.000. Sería la decimocuarta vez que se vean las caras en un torneo oficial, con un balance favorable al murciano: 8-5 en el global, 5-2 en pista dura y 3-2 en finales. Los números hablan de una ligera ventaja de Alcaraz, pero la actualidad de Sinner obliga a matizar cualquier favoritismo: el italiano llega con una racha de 26 victorias consecutivas sobre cemento, en la que apenas ha cedido tres sets y que incluye títulos de enorme peso como Shanghái, las Nitto ATP Finals, la Copa Davis y el Abierto de Australia. Pero no se repitió. Alcaraz ganó por retirada de Sinner.

En medio de las estadísticas, la expectación y la tensión propia de un duelo de este calibre, un nombre inesperado se ha colado en la previa para sumar aún más brillo: Toni Kroos. El exfutbolista del Real Madrid, ya retirado, sorprendió con un elogio directo y elegante hacia Alcaraz: “Class! On and off court”.(Clase en la pista y fuera de ella) Breve, contundente y fiel a su estilo. El alemán, gran aficionado al tenis, reconoció en el joven español algo que él mismo encarnó durante toda su carrera futbolística: la clase, esa mezcla de talento, naturalidad y elegancia que trasciende resultados.

El halago de Kroos tiene doble valor porque el alemán sabe un rato de clase, esto es: tener un estilo propio, sin estridencias, transmitiendo serenidad y grandeza. Kroos fue eso en el fútbol: un mediocampista cerebral, preciso, que transformaba la complejidad en sencillez. Y ahora ve en Alcaraz a alguien capaz de lograr lo mismo con la raqueta, alguien que no solo gana, sino que deja una huella estética y personal en cada golpe.

Kroos, el futbolista elegante

La comparación resulta natural. Kroos, considerado durante años uno de los mejores centrocampistas del mundo, nunca necesitó de la exuberancia física para destacar; lo suyo era la inteligencia, la visión y la capacidad de decidir con calma en escenarios de máxima presión. Alcaraz, aunque con un estilo más explosivo, comparte esa virtud de convertir la tensión en espectáculo de calidad. Lo que Kroos señala con su comentario es que el murciano combina ambición y carisma con un respeto absoluto por el deporte y por sus rivales. Esa dualidad, dentro y fuera de la pista, es lo que convierte a Alcaraz en un referente tan precoz.

La importancia del elogio cobra aún más relevancia al recordar el contexto: Alcaraz se prepara para un duelo directo contra el número uno del mundo, un Sinner en estado de gracia, que no pierde en pista dura desde octubre del año pasado, precisamente ante el murciano en Pekín. Aquel encuentro fue un duelo dramático resuelto en tres sets muy ajustados, como suele ocurrir en esta rivalidad. Desde entonces, todos sus choques se han producido en finales, con victorias repartidas: Alcaraz se impuso en Roland Garros tras una remontada épica de dos sets en contra, mientras que Sinner respondió en Wimbledon con otro triunfo de alta tensión. La narrativa parece escrita para que siempre haya drama, emoción y, sobre todo, calidad.

El estilo de Alcaraz

En este marco, las palabras de Kroos suenan casi como una bendición. Si algo caracterizó al alemán en su trayectoria es que rara vez se dejaba llevar por elogios fáciles. Su carrera en el Real Madrid y en la selección alemana estuvo marcada por una sobriedad extrema, una manera de expresarse sin adornos. Que haya decidido resaltar la “clase” de Alcaraz lo sitúa no solo como el heredero del tenis español tras Nadal, sino como un deportista admirado más allá de su disciplina.

Alcaraz, con apenas 22 años y número 2 del mundo, ya despierta ese respeto transversal que no entiende de deportes. Y es que, al igual que Kroos, representa algo más que victorias: representa una forma de competir. Puede ganar con un derechazo demoledor o con una dejada milimétrica. Puede arrasar en un set y luego sufrir hasta la extenuación en otro, pero siempre transmite la sensación de disfrutar, de jugar con alegría, algo que Kroos parece haber identificado como un rasgo esencial.

La final de Cincinnati, además, mostró ese carácter del tenista español, con sus mensajes a Sinner en la cámara tras acabar el partido y su discurso final.