Sección patrocinada por sección patrocinada

Fútbol

Un tertuliano de "El Chiringuito" explota contra el Barça: "Es el rey de las trampas..."

La polémica del primer partido culé sigue siendo un tema de debate

Un tertuliano de El Chiringuito ha sido contundente sobre Pedro Sánchez
Los tertulianos del programa Twitter

En la rueda de prensa previa al debut liguero del Real Madrid frente al Osasuna, Xabi Alonso adoptó un tono prudente al ser preguntado por la polémica arbitral en el reciente Mallorca–Barça. Sin querer entrar a valorar directamente las decisiones del colegiado, Alonso afirmó: “No me toca a mí comentar lo que pasa en otros partidos”, aunque reconoció haber escuchado las declaraciones del técnico rival: “Escuché a Arrasate y lo explicó muy bien”.

La controversia surgió tras un gol del Barça anotado mientras Antonio Raíllo, jugador del Mallorca, yacía en el suelo tras recibir un fuerte golpe en la cabeza. Jagoba Arrasate, técnico del conjunto balear, protestó con firmeza que en reuniones arbitrales se les había indicado que ante cualquier impacto craneal debía detenerse el juego. Sin embargo, el árbitro José Luis Munuera Montero dejó seguir la acción, lo que derivó en el gol decisivo de Ferran Torres. La indignación no tardó en trasladarse a los banquillos y, posteriormente, a los medios.

En paralelo, el ambiente se caldeó aún más en el plató de El Chiringuito de Jugones, donde Tomás Roncero protagonizó un encendido discurso que rápidamente se volvió viral. Visiblemente alterado, el periodista acusó sin rodeos: “El Barça es el rey de las trampas”. La frase, lanzada con furia, generó una mezcla de reacciones en el programa, donde la tensión se palpó especialmente en el rostro de Jota Jordi, habitual defensor del club catalán.

Roncero fue más allá de la crítica puntual. Cuestionó la legitimidad de los títulos del Barça y sugirió que existe una connivencia institucional con los árbitros. Su arrebato no es nuevo en el contexto del programa, pero esta vez encontró eco en un entorno marcado por las dudas sobre el criterio arbitral y la protección de los jugadores en situaciones delicadas como los golpes en la cabeza.

La escena refleja dos formas opuestas de enfrentar la controversia: mientras Alonso aboga por la templanza y la moderación, Roncero escoge la confrontación directa y el discurso emocional. Ambos, sin embargo, reflejan un mismo trasfondo: la creciente desconfianza hacia el arbitraje en LaLiga y la eterna rivalidad entre el Real Madrid y el FC Barcelona, que no necesita de un clásico para volver al centro del debate.