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Un escándalo... en el campo

A pesar de las lesiones y las polémicas, Benzema firma el mejor promedio anotador de su carrera, con casi un gol por partido. Zidane ha estado muy encima de él últimamente

Benzema celebra el gol que le marcó al Sevilla el domingo en el Santiago Bernabéu
Benzema celebra el gol que le marcó al Sevilla el domingo en el Santiago Bernabéularazon

A pesar de las lesiones y las polémicas, Benzema firma el mejor promedio anotador de su carrera, con casi un gol por partido. Zidane ha estado muy encima de él últimamente

Benzema tiene un compañero de lujo para sus ejercicios de remate en Valdebebas. Unos pocos privilegiados se dan el gusto de ver a Zidane poner centros y balones al hueco con su calidad de siempre a Karim para que afine su puntería. Zizou ha estado muy pendiente de su delantero desde que los problemas extradeportivos empezaron a aparecer y ha tenido largas charlas con él en la Ciudad Deportiva, en las que ha convencido al jugador de que lo mejor es que se centre en el fútbol y no piense en otra cosa que en hacer un gran final de temporada.

Y en esto anda Benzema, muy motivado, trabajando duro en el gimnasio para recuperar la forma física después de más de 20 días parado por una lesión muscular. Volvió a la acción ante el Sevilla y lo hizo a lo grande, con una primera parte en la que fue difícil encontrar algo que hiciera mal. Abrió el marcador con un remate de auténtico delantero de área y se asoció con todos para que el ataque del Real Madrid jugara prácticamente de memoria.

El francés es clave en el funcionamiento colectivo ofensivo, pero este curso, a las virtudes que siempre han hecho de él un «nueve y medio», está uniendo la capacidad goleadora. Tiene el colmillo más afinado que nunca y los números lo corroboran. Su promedio anotador por partido es de 0,92, mientras que su mejor registro desde que llegó al Madrid no había superado el 0,62 que acreditó en la temporada 2011-12, en la que marcó 31 goles en 50 partidos. Ahora lleva la mitad de choques disputados (26) y ya está en 24 tantos con ocho compromisos de Liga y, como mínimo dos de «Champions», por delante. No está a tope físicamente, aunque los que están cerca de él aseguran que le falta poco. Se le ve muy fino, con la chispa necesaria para marcar diferencias. La parte buena de sus líos personales en Francia es que no va a acudir con la Selección y se va a quedar estos diez días machacándose en Valdebebas. Una gran noticia para Zidane, que va a seguir aplicando su terapia particular a Karim. Por su carácter, necesita más confianza que mano dura, algo que tiene garantizado con su compatriota al mando y también cada vez que juega en el Bernabéu. El público le mostró su cariño el domingo y él respondió con un gesto de agradecimiento.

El atacante es consciente de que su presencia en la Eurocopa el próximo mes de junio no está para nada garantizada, pero ni se rinde ni se viene abajo. Cree que hay una buena parte de la opinión pública gala que le quiere fuera del combinado nacional sin esperar a que los jueces pronuncien su veredicto sobre los asuntos con los que se le relaciona. Él pretende contestar con goles y rendimiento, confiando en que Deschamps pueda incluirle entre los 23 elegidos. Zidane sabe que será fundamental para lo que le espera al Madrid. De momento, ante el Sevilla volvió a lo grande montando un escándalo... en el césped.