Barcelona

Una transición obligada

Si a Pau le respeta el físico no descarta despedirse en Tokio 2020.

El vestuario español, después de ganar el bronce en el Eurobasket
El vestuario español, después de ganar el bronce en el Eurobasketlarazon

Si a Pau le respeta el físico no descarta despedirse en Tokio 2020.

¿Qué futuro le espera a la Selección en el corto-medio plazo?

–Los tiempos están cambiando y la Selección se enfrenta a una nueva realidad. La FIBA ha recuperado las fases de clasificación para los grandes campeonatos, las denominadas ventanas, y eso dibuja un escenario polémico e inédito. En modo resumen: hay una primera fase (8 grupos de 4 selecciones –Montenegro, Eslovenia, Bielorrusia y España–) en la que se clasifican los tres primeros y los resultados cuentan para la siguiente ronda. Habrá partidos en noviembre de este año, febrero y julio de 2018. La segunda fase tendrá 4 grupos de 6 selecciones –partidos en septiembre y diciembre de 2018 y febrero de 2019– y los tres primeros de cada grupo (12 equipos europeos) se clasifican para el Mundial, pero... en las dos primeras ventanas no podrán competir los NBA –en Estados Unidos la Liga no para– ni los jugadores de equipos de Euroliga (Real Madrid, Barcelona, Valencia, Unicaja y Baskonia) y Eurocopa, ya que ambas competiciones están en guerra con la FIBA. Ésta ha denunciado a la Euroliga, pero no ha habido contestación por ahora. Y la Comisión Europea puede elaborar un dictamen, pero no es vinculante. Así que la FIBA pretende que el CSD, con la mediación de la FEB, se pronuncie oficialmente en favor de que los jugadores acudan a la Selección durante las ventanas. A día de hoy ninguno de los doce que ha competido en el Eurobasket estará en las dos primeras fechas de las ventanas, noviembre de 2017 y febrero de 2018. Y eso con la clasificación para el Mundial y la presencia en los Juegos de Tokio en juego inquieta y mucho en la FEB.

¿Cómo se valora el bronce?

–De nueve partidos, España ha ganado ocho; el objetivo «mínimo» de lograr una medalla se ha conseguido; el núcleo duro de la Selección se ha ampliado (Juancho, Sastre y Oriola tienen recorrido en el equipo) y no ha existido una sola fisura entre jugadores y cuerpo técnico. La mayoría de conclusiones son positivas, pero... las ausencias (Llull, Rudy, Ribas, Claver, Mirotic y Reyes), el papelón en el «caso Abrines», un quinteto titular con 33 años de media y el reconocimiento de que el equipo por fuera tenía menos armas que nunca marcan el balance final. A Sergio Scariolo no se le discute: cuatro Eurobaskets y cuatro medallas (tres oros y un bronce). El italiano, además de seleccionador, fue nombrado en mayo coordinador técnico de la Federación. Es el «capo» y en los nuevos tiempos, uno de los valores fijos de la FEB. Su trabajo más complicado llegará con las inminentes ventanas de la FIBA. En el medio plazo la Federación es optimista. Algo lógico si se contemplan los nombres que podían estar en el Mundial de China o en los Juegos de Tokio: Ricky, Sergio Rodríguez, Llull, Ribas, Abrines, Sastre, Rudy, Juancho, Claver, Willy, Marc, Pau, Mirotic, Oriola... En noviembre la película será diferente.

¿Y Pau?

–«Todo tiene fecha de caducidad y ya veremos cuál es la mía», afirmó el mayor de los Gasol en Estambul. El sueño del jugador español más laureado de la historia (11 medallas) es retirarse con la Selección en los Juegos de Tokio. Pau firmó tres temporadas más de contrato con los Spurs pocos días después de cumplir 37 años. Si el físico le respeta su deseo es jugar el Mundial de China en 2019 y terminar su carrera deportiva con 40 años y con otra medalla olímpica. Los comentarios de Navarro y Marc, sus dos compañeros más cercanos en el equipo nacional, revelan que Gasol no ha jugado todavía su último partido con España. En la FEB volverán a ponerle una alfombra roja para que regrese y Pau lo hará si físicamente sigue dando el nivel.

¿Qué significa el triunfo de Eslovenia?

–Ningún otro país del mundo tiene un jugador profesional por cada 30.000 habitantes. Si a eso se le añaden dos estrellas como Dragic (31 años) y Doncic (18 años), unos compañeros que tienen clarísimos sus roles y un entrenador que después de toda la vida como asistente en la NBA ha extrapolado lo mejor de la Liga estadounidense, el resultado final es el oro. Sin base puro, con jugadores versátiles, con muchos tiros de tres, con intensidad para regalar... Baloncesto del siglo XXI y tercera plata seguida para Serbia.