Vendaval de juego y goles

El Real Madrid recupera su mejor versión y sentencia antes del descanso. El Barça no falla ante el Dépor y celebra la vuelta de Messi, mientras el Atlético presume de físico.

Real Betis-Real Madrid

Un Ciclón blanco

Golpe letal. Tres minutos, marca Varane y se desata un vendaval en forma de juego y ocasiones. Un cuarto de hora de escándalo. Llega la calma. Aparece Marcelo como factor diferencial, e Isco encargado de agilizar las transiciones. Estos dos protagonistas, al máximo nivel. Fiesta goles y juego. Dejan el partido resuelto y a un Betis moribundo.

Con los deberes hechos... adiós

El Betis, a lavar la cara. Joaquín, tres ocasiones consecutivas. No era el día. Llega el gol del honor. Los blancos no admiten prisioneros. Isco, con una fantasía, frena el arreón. Cristiano grita su ¡siiiiiuuuuuh! Presente. El reloj es el referente hasta el final de un trámite. El Madrid ya tenía los deberes terminados. El cabreo de la afición bética busca culpables.

Barcelona-Deportivo

Rafinha golea, Arda crea

Obligado a ganar con la sombra del virus FIFA. Alineación «rara», pero este Dépor se quedó en Coruña. El guión y los argumentos, para aburrir o dormirse. El balón, en propiedad. Y sólo el pasillo derecho (sin lateral), donde Rafinha y Arda generan los chispazos con sentido. En el 43’ Ney y Suárez dicen presente. Un entrenamiento.

Con el síndrome Alcácer

Sentenciado el Dépor, sin actitud ni ideas, sólo espera la goleada. Alcácer tiene su oportunidad, pero está gafado. Cuatro ocasiones, ¡puf! Paciencia. Todo se alborota, es el 55’. Vuelve el Rey. Al minuto sella el trámite. Ney, el heredero, lo asiste. Leo marca la diagonal, saca la estilográfica (la zurda) y la pone en la escuadra. «Hasta el miércoles».

Atlético-Granada

Garra, coraje y ¡reacción!

Dispuesto a resolver rápido, como siempre en casa, ritmo altísimo, «press», casi empujando. Tan embarullado como atolondrado. Sorpresón Cuenca. El pánico invade el Calderón. Lo positivo, que quedan 70 minutos para el plan B: reacción. Koke lidera la remontada, Carrasco la sella y Ochoa colabora. El Granada se atrincheró y firmó la defunción.

Borrachera... de juego

Diez minutos frenéticos, acoso y derribo con un único objetivo, evitar sobresaltos. NADA. Llega la calma y con ella la fiesta. Este equipo es mayor de edad, sus recursos tácticos son cien por cien fiables. La amplitud desde las bandas, letal. Te liquida, te mata. Carrasco fue la estrella, pero el profesor Ortega es genio y figura. Físicamente son máquinas. ¡Cómo corren!