Fútbol

Videos

Vídeo: Así fueron los disturbios que obligaron a suspender el River-Boca

La afición de River apedreó el autobús de Boca, hirió a varios jugadores y provocó numerosos enfrentamientos con la Policía

Imagen del operativo policial delante de un grupo de aficionados de River Plate
Imagen del operativo policial delante de un grupo de aficionados de River Platelarazon

Falló el operativo de seguridad antes del partido y estuvo a punto de costar una desgracia. Botellas, piedras, agresiones multitudinarias a la Policía. El resultado final, decenas de heridos y la imposibilidad de jugar el partido en Argentina.

El pasado sábado debía disputarse el partido más importante de la historia del fútbol argentino a nivle de clubes. Boca Juniors y River Plate debían disputar el partido de vuelta, que coronaría a uno de ellos como en campeón de América, en la primera final entre equipos argentinos y que permanecería en el imaginario colectivo para siempre. Tanto para un bando como para el otro. Sin embargo, el encuentro será recordado por ser el partido de la infamia, el de la vergüenza, el encuentro más largo de la historia. El partido que ni siquiera el Gobierno de la nación pudo garantizar y que terminó disputándose fuera del país, a miles de kilómetros. En España.

El encuentro de ida en la Bombonera dejó todo abierto para el choque en la Monumental de River. El empate a dos goles hacía que River partiera con cierto favoritismo, pero en los choques entre ambos clubes puede pasar cualquier cosa.

El fútbol en Argentina es una religión, una forma de vivir, un desahogo para muchos, que no entienden que tan sólo es un deporte y que les lleva a sacar lo peor de sí mismos. El pasado sábado el debate futbolístico quedó a un lado. El autobús de Boca se encaminaba al estadio, las calles estaban despejadas. Hasta llegar a una curva cercana al campo, donde una parte de la hinchada de River, de los más violentos, esperaban armados con botellas de cristal y piedras. Los jugadores de Boca no son ajenos a la rivalidad y les saludaron imitando a una gallina, un gesto despectivo que su afición hace a los aficionados de River para burlarse de ellos. Eso desató la furia de los seguidores del equipo local. Las piedras alcanzaron al autobús, el conductor sufrió un desvanecimiento y dos jugadores de Boca acabaron en el hospital.

El caos continuaba. A la entrada del autobús de los jugadores al estadio, seguían cayendo objetos. Los jugadores de Boca no querían jugar, temían por su vida. Por suerte, en el campo sólo había aficionados locales, porque de haber sido de otra forma las consecuencias podrían haber sido peores. En las calles, continuaban los enfrentamientos con la Policía que tenía que huir debido a la superioridad y violencia de los "suporter"blanquirrojos.

La Conmebol aplazó el partido al domingo, pero el gobierno argentino no podía garantizar la seguridad de los asistentes al encuentro. Así, finalmente, se puso en contacto con la FIFA y con el Real Madrid y tomaron la decisión. El partido se disputará el día 9 de diciembre en el Santiago Bernabéu, con aficionados de ambos equipos. El último partido a doble vuelta de la final de la Copa Libertadores se jugará fuera de América, lo que queda por ver es si será una fiesta del fútbol argentino o se repetirán las lamentables escenas de las calles de Buenas Aires.