Vitamina Ceballos

Bale sintió una molestia en el abductor derecho y en el descanso se quedó en el vestuario. Cambio: el calendario es apretado y esto no ha hecho más que empezar. En su lugar entró Ceballos. Seguramente había opciones más ofensivas en la cabeza de Lopetegui, pero si lo que intentó fue ganar el centro del campo, la entrada del ex del Betis le concedió ese dominio. El Real Madrid fue más fluido con Dani sobre el césped. Se situó en la izquierda, pero influyó en casi todas las partes del campo y desde esa posición inicial hizo que su equipo fuese más amigo del balón. No es un futbolista espectacular, pero si le das una pelota te la va a devolver siempre un poco mejor de cómo la recibió y, si puede ser, a un toque. Esto lo agradecieron los blancos, atascados durante muchos minutos en ataque frente a una defensa de la que ya está casi todo dicho. El sevillano activó a Asensio, que encontró un socio en el que apoyarse mientras intentaba subir líneas. En realidad todos los centrocampistas agradecieron el oxígeno que trajo desde el banquillo, aunque no fuese suficiente para terminar ganando el partido.

Lo que sí consiguió con su aparición es que el Madrid fuese mejor y terminase el derbi en la portería contraria, consiguiendo por fin darle trabajo de verdad a Oblak. Ceballos no tuvo el protagonismo esperado en la última temporada de Zidane y pareció colocarse en la rampa de salida. Eso fue hasta que Lopetegui tomó el mando, porque una de sus primeras decisiones fue darle confianza a él y a Llorente, dos futbolistas que conocía de las categorías inferiores de la selección y en los que el técnico cree mucho.

Apareció Vinicius

El brasileño es uno de los más esperados en este comienzo de temporada por el madridismo y la afición blanca tuvo ayer su primera ración de Vinicius. Debutó el chico por fin, aunque sólo fuesen unos pocos minutos. Entró a tres del final y en el poco tiempo que tuvo llegó hasta la línea de fondo para centrar con la pierna mala, se ofreció siempre en el desmarque y le sacó una amarilla a Correa en la falta que acabó siendo la última acción del choque. La hinchada se quedó con ganas de más y también el chaval, que aseguró haber cumplido el sueño que tenía desde niño.