Deportes
Volando voy, volando vengo
Llega a Madrid el mejor simulador de caída libre de Europa con tecnología e inversión española
Para volar ya no hace falta montar en avión o en paracaídas. La sensación de flotar en el aire se podrá experimentar gracias a Madrid Fly: el túnel de viento más grande de Europa. Se inaugurará esta semana en la localidad madrileña de La Rozas, que ha sido elegida Ciudad Europea del Deporte 2016, además de haber tenido un importante desarrollo en los últimos años.
Se trata de un tubo de 4,6 metros de ancho y 18,5 de alto, de los cuales 8 son de cristal, así el público presente en las instalaciones puede entretenerse y disfrutar de esta nueva modalidad de ocio y deporte.
La idea del túnel de viento Madrid Fly surge en el año 2009, de la mano del español Alberto Fuertes, campeón de paracaidismo, con la intención de implantar esta disciplina en nuestro país y dar a conocer el vuelo indoor. Tras seis años de trabajo y una inversión de más de seis millones de euros, Fuertes ve ahora hecho realidad este innovador proyecto, contando con la ayuda de la ingeniería KeelWit Technology y la constructora Edysa, ambas españolas.
Volar en un túnel de viento es totalmente seguro. Durante el vuelo, el principiante -o denominado fun-flyer- se encuentra acompañado en todo momento por un instructor -en este caso, pro-flyer- que le ayuda encontrar la postura y le guía en los movimientos, puesto que basta con mover un sólo dedo para perder la estabilidad. Y más, si se tiene en cuenta la velocidad que alcanza el flujo de aire que circula por el tubo, desde el suelo al techo, que oscila entre los 180 y 300 km/h. También, antes de volar, se imparte una breve clase teórica sobre cómo colocarse dentro del tubo y cómo seguir las indicaciones que hacen los instructores una vez dentro.
Además, este túnel vertical se diferenciará de los 83 existentes en el mundo, al contar con un sistema propio de refrigeración, el cual evita que el aire se recaliente por rozamiento más de 1ºC/minuto.
Volar está al alcance de todo tipo de público, exceptuando a mujeres embarazadas y menores de 5 años. No hay límite de edad ni condicionamiento físico que impida vivir esta experiencia. Cada sesión dura algo más de un minuto y se compra por paquetes. Dos vuelos cuestan 38 euros para niños a partir de los 5 años y 58 para los adultos.
Los expertos consideran que el túnel de viento es idóneo para poder practicar y realizar todo tipo de piruetas. Algunos principiantes equiparan esta experiencia a la de lanzarse en paracaídas. Para Madrid Fly, es "similar a flotar en una piscina de aire". Es difícil explicar la sensación que proporciona el hecho de volar hasta una altura de 8 metros, pero merece la pena.
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