Wimbledon y la volea, un arte en peligro de extinción

¿Quién tiene la mejor volea del circuito? Le preguntaban a Andy Murray, campeón de Wimbledon en 2013 y 2016, en una entrevista para la ATP. Su respuesta fue categórica:

-"Nadie sube a la red en el tenis moderno"

A comienzos de la década de los ochenta, después del dominio de Björn Borg, McEnroe enlazaba cinco finales consecutivas en el All England Club, levantando el trofeo en tres ocasiones, con su potente saque y sus precisas subidas a la red. Becker y Edberg cogieron el relevo y protagonizaron durante un lustro una rivalidad tenística en la que brillaba el saque y volea. Luego llegó Sampras y sus siete títulos en ocho años, con el que se llegó a la excelencia del juego en la red, pero con el comienzo de siglo la hierba dejó de desgastarse cerca de la red.

En 2018, según datos del New York Times, hubo en el cuadro masculino de Wimbledon un total de 1980 puntos (ganados o perdidos) de saque y volea frente a los 9168 que se observaron en 2002. Y en el circuito femenino las cifras son similares, se ha reducido a la cuarta parte en los últimos dieciséis años.

El miedo al passing, al paralelo o a la bola a los pies vencen a los "aproach", voleas y botespronto. Muy pocos son los tenistas que siguen apostando por el juego clásico, y entre ellos la sensibilidad en su golpe de Feliciano López destaca por encima de todos. De su misma escuela, Stepanek, en ocasiones Federer, Tsonga y los potentes sacadores mantienen viva una práctica del tenis en peligro de extinción.

La pista sigue siendo rápida, pero la tendencia del tenis es jugar desde el fondo sea cual sea la superficie. Desde 2003 tan solo ha habido cuatro campeones de Wimbledon en hombres, todos ellos han llegado a la final de los otros tres Grand Slam.

Hay motivo para la esperanza para los amantes del juego clásico en hierba ya que en los últimos años en Wimbledon parece que la figura de los grandes sacadores vuelve a aparecer por las rondas finales.

Raonic, Cilic y Anderson han alcanzado la final en los últimos tres años y otros grandes sacadores como Isner o Querrey también han llegado lejos. La nueva regla del tie break en el quinto en Wimbledon, (a partir del 12-12) es una reacción directa a este crecimiento.

La hierba no miente, y la hierba en Wimbledon llega a las rondas finales convertida en tierra en el fondo de pista y en la zona de los recogepelotas y los jueces de línea. En la red, la hierba no sufre.