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Las grandes empresas ganan un 44% menos en los nueve primeros meses de 2019

La Central de Balances del Banco de España confirma una desaceleración generalizada, aunque la reducción de la deuda aumenta la capacidad de resistencia de las compañías

Rueda de prensa de Óscar Arce para hacer balance
El director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce, a la izquierda de la imagenLuca PiergiovanniEFE

La economía española mantiene el crecimiento y la actividad de las empresas también aumenta. Sin embargo, todo va menos bien. Los resultados de las grandes empresas cayeron un un 44,5% en los nueve primeros meses de 2019, comparados con los del mismo periodo del año anterior. Son los datos recopilados por la Central de Balances Trimestral (CBI) del Banco de España, con información de 957 compañías, la inmensa mayoría «grandes empresas». La caída de beneficios se explica porque las empresas, en los tres primeros trimestres de 2018, tuvieron plusvalías importantes por venta de activos financieros, que no se han repetido en el periodo enero-septiembre de 2019.

No obstante, el llamado Resultado Operativo Neto (RON), que no incluye esos beneficios extraordinarios y que es la magnitud que el Banco de España considera más representativa, también cayó un 1% en el mismo periodo de 2019 comparado con 2018. Los expertos del Banco de España consideran que estos datos, junto con los de todo el ejercicio de 2018, constatan que aunque la actividad de las empresas, en términos de «valor de la producción» ha seguido en expansión, «muestran una desaceleración generalizada». También detectan una importante reducción de la deuda, que «ha incrementado la capacidad de resistencia de las compañías ante perturbaciones negativas –crisis–, si bien el sector empresarial todavía presenta ciertas vulnerabilidades ante un hipotético deterioro en el escenario macro financiero». En otras palabras, las empresas tienen más negocio –pero cada vez crece menos– y menos deuda. Son más fuertes, pero no están a salvo de problemas futuros.

El Banco de España también presentó los datos de la llamada Central de Balances Integrada (CBI) que, a diferencia de la Trimestral, analiza ejercicios completos y que es mucho más representativa por el número de empresas que se incluyen en el análisis, tanto grandes como pequeñas. En el caso de 2018, ha procesado los de 537.923 compañías, una cifra que todavía aumentará. En 2017, por ejemplo, la CBI procesó información de 757.098 empresas diferentes. Ahora, los datos de 2018 indican que los gastos de personal crecieron en 2018 un 5,7%, medio punto menos que el año anterior, debido tanto al aumento de los salarios medios –1,3% frente a un variación cero en 2017– como, sobre todo, al crecimiento del 4,4% del empleo, inferior no obstante al del año anterior, cuando aumentó un 6,2%. En los nueve primeros meses de 2019 la creación de empleo volvió a desacelerarse. Las plantillas aumentaron un 0,6%, frente al 1,8% que se registró en el mismo periodo del año anterior. Las retribuciones salariales, sin embargo, crecieron un 2,2%, el mayor porcentaje desde 2008. Esto es medio punto más de lo que lo hicieron un año antes.

La gran novedad en el ejercicio de 2018 y en los nueve primeros meses de 2019 radica en que el crecimiento del empleo se vio impulsado «por el avance de la contratación de personal fijo» –un 4,9% y un 1,1%, respectivamente–, lo que rompe la tendencia observada hasta el año 2017 desde el inicio de la recuperación, un periodo en el que el empleo temporal era el que más crecía. Así, el año pasado el empleo temporal aumentó un 2,9% –frente al 9,7% del año anterior–, mientras que entre enero y septiembre de 2019 ha caído un 1,3%.

Mismo ritmo del PIB

Óscar Arce, director general de Economía y Estadística del Banco de España, apuntó en la presentación de los datos de la Central de Balances que, según los datos disponibles hasta ahora del cuarto trimestre de 2019 –todavía parciales y provisionales–, el Producto Interior Bruto (PIB) crecería al mismo ritmo que el trimestre anterior (un 0,4% trimestral), lo que significaría que «no hay una desaceleración clara de la economía española». Esa previsión es compatible con la caída de beneficios de las empresas en los tres primeros trimestres y si se confirmara podría suponer que, al final del año, los resultados cayeran menos que ese 44,5% de la muestra de las 975 compañías analizadas.