Los jubilados amortizan en 12 años su cotización a la Seguridad Social

El año 2019 se recordará por muchos motivos, pero uno de ellos será seguro por la eclosión de los movimientos en defensa de pensiones y pensionistas, que han reclamado en la calle de forma continuada una mejora del sistema y de sus retribuciones. Defienden que las prestaciones son muy bajas y les impiden mantener un nivel de vida digno. Sin embargo, el Instituto BBVA de Pensiones rebate esas afirmaciones.

Según su director, Luis Vadillo, los jubilados españoles reciben una media de 1,36 euros de pensión por cada euro cotizado, lo que significa que cobrarán en promedio un 36% más de lo que aportaron al sistema con sus cotizaciones durante su vida laboral. Antes de la reforma llevada a cabo por el Gobierno de Mariano Rajoy en 2011 –que elevaba progresivamente la edad de jubilación hasta culminar en los 67 años en 2027–, la diferencia en promedio entre la pensión percibida y las cotizaciones aportadas era del 44% –1,44 euros de pensión por cada euro cotizado–. Pero una vez que en 2027 los españoles se jubilen por ley a los 67 años, la grieta bajará hasta el 28% –1,28 euros por cada uno cotizado–. Por tanto, si un jubilado ha desarrollado una carrera laboral con una cotización completa que supere los 39 años, cuando haya disfrutado de 12 años de retiro –a los 79 años si uno se jubila a los 67–, ya habrá amortizado todas las cotizaciones efectuadas durante su vida.

En cuanto a la tasa de reposición –el porcentaje del salario que representa la pensión que se cobra en el momento de la jubilación–, en la actualidad ronda el 80% del salario medio –el 86,6% si se tienen en cuenta la media de las últimas jubilaciones, que tienen sueldos más altos–, uno de los porcentajes más elevados de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), cuya media se queda en el 55%. En su último informe sobre sistemas de pensiones, la OCDE aseguraba que España cuenta con unas prestaciones de jubilación «muy generosas», ya que la renta media disponible es igual a la del 95% de la población total, cuando la media de la OCDE se sitúa en el 87%. En el caso de de trabajadores que hayan percibido salarios bajos pero han tenido una larga trayectoria de cotización, la renta disponible es menor, pero todavía muy por encima de la media, del 79%.

Reformas estructurales

Con estas cifras y con la previsión de un aumento exponencial del número de pensionistas durante los próximos años –cuando la generación del «baby boom» vaya finalizando su vida laboral–, la actual generosidad del sistema estará en entredicho. «El aumento de la esperanza de vida crea grandes desequilibrios», por lo que «para hacerlo sostenible se necesitan hacer reformas estructurales tanto por el lado de los ingresos como por el de los gastos. No hacer nada, no es una solución», explicó el director del Instituto BBVA de Pensiones, Luis Vadillo, a Europa Press.

Según sus previsiones, la evolución demográfica implicará un aumento del gasto en pensiones de entre 5 y 7,2 puntos del PIB para 2035 y de entre 7,6 y 13,6 puntos en 2050 –basándose en estimaciones del Banco de España–, por lo que deberán buscarse más ingresos para las arcas de la Seguridad Social, si no se quiere disparar aún más el déficit que ya arrastra.

En otro informe de BBVA Research presentado este mismo mes, su director de Análisis Economicos, Rafael Doménech, cifra en 101.000 millones de euros el déficit acumulado por el sistema de pensiones en los últimos siete años (hasta 2018). Sin haber cerrado todavía el presente ejercicio, 2019 sumará otros 17.144 millones al déficit, un 11,4% por encima del gasto previsto. Doménech echa la vista al futuro y asegura que en 2050 el número de pensionistas superará los 15 millones, por lo que serán necesarios 29 millones de cotizantes para sostener el sistema, 10 más que ahora.