Sindicatos
Unai Sordo: “Si para acabar con el despido libre hay que encarecerlo, adelante”
Entrevista a Unai Sordo / Líder de CC OO: “El problema del campo no es el SMI, sino el poder oligopólico de las grandes cadenas. Los jornaleros no pueden trabajar por un plato de lentejas”.
En plena vorágine de reuniones para abordar la contrarreforma laboral y con el campo revuelto por el alza del salario mínimo, Sordo apuesta por abrir la negociación, se desmarca de las duras críticas de su colega Pepe Álvarez a los agricultores y hasta se muestra crítico con la escisión de Trabajo y la Seguridad Social.
–¿Ha tenido que ver Iglesias en la negociación del SMI?
–Intervino en el cierre de la cifra. Pero lo complicado fue hacer entrar en la negociación a la CEOE, a sabiendas de que iba a haber un tirón de relevancia. El truco, entre comillas, es que la CEOE ha entendido que es mejor el acuerdo que situarse en la trinchera.
–¿Significa esto que han tenido que «tragar»?
–La lectura de la CEOE es que, salvo que Cataluña dinamite todo, se va a emprender una reforma muy potente y le interesa abordarla desde la centralidad. Más aún a sabiendas del compromiso firme de elevar el SMI al 60% del salario medio, aunque pudiéramos negociar los tiempos. Todos hemos tenido que elevar las miras. Si hubiéramos pensado en el corto plazo, habríamos forzado una mayor subida del SMI. Que tampoco sé si era la intención del Gobierno.
–¿Para cuándo el siguiente alza a 1.000 euros?
–Ahora tocan la reforma laboral y las pensiones.
–¿Cuál es el límite? Se ha hablado de 1.200 euros...
–Ha habido un baile de cifras. El 60% del salario medio se refiere al neto. Unos 1.003 euros. Tenemos que ponernos de acuerdo, porque unos han dicho 1.100, otros 1.200. En cuatro años ya veremos dónde está el salario medio, no soy adivino. A lo que aspiramos es a que nadie cobre el SMI.
–El 43% de los agricultores cobra menos que el SMI.
–Será porque trabajan a tiempo parcial. Se dice que a los autónomos el alza del SMI les supone una subida de los costes salariales del veintitantos por ciento, cuando lo que tienen que hacer es aplicar los convenios. No hay una equivalencia entre ser autónomo y pagar el SMI a los empleados.
–¿Comparte las declaraciones de Pepe Álvarez sobre que los agricultores que se manifiestan son la «derecha terrateniente»?
–Las asociaciones agrarias tienen razón cuando dicen que el precio que se paga en origen es bajísimo. El problema es el poder oligopólico de las grandes cadenas, que fijan condiciones leoninas, y las importaciones con mano de obra casi esclava. Los agricultores no están manipulados. Estamos de acuerdo con ellos. Lo que no compartimos es situar el problema en la subida del SMI. No se puede poner a trabajar a la gente por un plato de lentejas. Tiene que abrirse una mesa del campo.
–¿Para estudiar una aplicación gradual del SMI o medidas compensatorias, como ha propuesto el presidente extremeño?
–Es ilegal no aplicar el SMI. Y más que ayudas para perpetuar esa situación, lo que hay que estudiar es el poder de mercado de los distribuidores.
–Ha arrancado la negociación para derogar la reforma laboral, con líneas rojas.
–No va de líneas rojas. Las dos últimas reformas (incluye la de Zapatero) devaluaron salarios y facilitaron el despido. Hay que recuperar el valor del convenio colectivo. Y luego vienen la contratación precaria y el despido como fórmula de ajuste. Hay que poner más trabas al despido libre en España.
–¿Van a tratar de aumentar los costes de despido?
–Para sustituir el contrato precario y el despido como fórmulas ordinarias de gestión de las empresas por un modelo de medidas pactadas hay que incentivar unas fórmulas y desincentivar otras. Y si para eso hay que encarecer el despido, estamos de acuerdo. El problema es que nos van a querer llevar al coste de indemnización.
–A eso voy...
–Es más complejo que eso. El debate no es si 33 o 45 días, es que se han abierto tanto las causas para el despido objetivo que son 20 o 12 días, como en algunos temporales. Indemnizaciones que no dan para cenar. Luego, si para evitar que el despido sea la fórmula ordinaria de ajuste hay que encarecerlo, adelante.
–Aún no se ha recuperado todo el empleo. ¿No temen que si los próximos datos son negativos se les eche en cara la contrarreforma?
–Niego la mayor. No creo que la reforma laboral haya creado empleo. Con la misma legislación, en España hay territorios que triplican la tasa de paro de otros...
–Porque cada región puede tomar medidas para dinamizar la actividad económica.
–No en materia laboral. Igual es que las causas del paro son otras. De hecho, en España se ha generado menos empleo que en otras salidas de la crisis. Defender que vamos a competir con caídas salariales es creer muy poco en España y mandar a galeras a los españoles.
–¿A qué atribuye que Madrid acapare casi todo el empleo?
–Al efecto capitalidad y a que todas las grandes empresas de España tienen su sede en Madrid, lo que distorsiona todo el análisis. Esto le permite a Madrid hacer políticas irresponsables, casi de secesión fiscal, con una falta de compromiso de país incompatible con poner tantas banderitas en los balcones. Madrid no puede generar un agujero fiscal ni tener como objetivo convertirse en un paraíso fiscal. No hay política más antipatriótica.
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