El precio de las verduras se dispara un 12,7% y el de las frutas un 3,6%

Del campo a la mesa, el precio de los productos agrícolas se multiplica por cuatro, según el Índice de Precios de los Productos Agrarios que elabora la organización del sector Coag. Una manzana que al agricultor se le paga a 0,28 euros, al consumidor le cuesta 2,13. La situación ha llevado al campo a movilizarse para exigir precios justos para una producción, la del campo, que cada vez resulta más inalcanzable para las familias sin que ello se note en el bolsillo de los agricultores. El pasado año, los precios de las verduras se dispararon un 12,7%, mientras que los de las frutas crecieron un 3,6%, según los datos recogidos por la consultora Nielsen en su informe “Tendencias del Consumidor 2020” presentado hoy. Huevos (+1,5%), pan (+2,2%) y carne (+3%) no han escapado de esta espiral inflacionista. La reacción del consumidor ante esta subida ha sido comprar menos verduras (-3,9%) y menos fruta (-3,2%). Los huevos, fuente barata de proteínas, o el pan han logrado aguantar el tirón.

El incremento de precios de frutas y verduras tiene una doble explicación, según Nielsen. Por una parte, está el hábito de algunos consumidores de comprar productos más caros como aguacates o frutos secos. Pero también ha contribuido a este incremento la subida en los precios de productos básicos como las patatas, las judías o las cebollas. Nielsen no tiene, sin embargo, una explicación sobre las causas que han llevado a este desmesurado aumento de precios.

Comparativa

A pesar del incremento, los precios de venta al público de los alimentos en España están por debajo de los de países con niveles de renta inferior como Portugal o Grecia o de otros que se mueven en la misma liga económica, como Italia. Mientras que el índice de los países de la zona euro se sitúa en 106, en España ese indicador es de 95, frente al 115 de Francia, el 111 de Italia, el 102 de Alemania, el 106 de Grecia o el 99 de Portugal.

La evolución de los precios de los alimentos, que, en conjunto subieron un 2,7% en 2019, condicionó los hábitos de compra de los españoles al año pasado. Aunque el valor total de la cesta de la compra se incrementó un 2,5%, hasta los 89.000 millones de euros, el volumen en kilos y litros retrocedió un 0,3% influido en gran medida porque la parte de frescos, la que más subió (+4,8%), representa un tercio del gasto en alimentación. No obstante, desde Nielsen apuntan también a que, a diferencia de hace cinco años, los españoles están ahora más dispuestos a gastar más a cambio de productos de mejor calidad. “Los consumidores optan cada vez más por pasar de la cerveza rubia clásica a la artesanal o bien del pan de molde básico al de semillas”, según Nielsen.

En lo que a los canales de venta, los supermercados (74,7%) siguen siendo la opción favorita de los españoles para hacer la compra. Los hipermercados recuperaron en 2019 algo de cuota de mercado y se situaron en el segundo lugar (13,3%). En este apartado, Nielsen destaca el auge que están experimentando las estaciones de servicio gracias a los acuerdos que están firmando con grandes cadenas de distribución para la instalación de tiendas de conveniencia. Aunque apenas copan el 1,3% del mercado, el año pasado mejoraron un 8% su posición a costa de las tiendas tradicionales.