Pensiones

El coronavirus afecta ya al número de pensionistas

Los beneficiarios de una pensión caen por debajo de los 8,9 millones. El equilibrio entre cotizantes y pensionistas se ha roto por la hibernación económica

La pandemia del Covid-19 ha cambiado sin querer la tendencia de la curva ascendente de afiliados al sistema de pensiones. Según publicó ayer el Ministerio de Seguridad Social, los datos de afiliación verifican lo que ya se preveía, que el coronavirus se está cebando especialmente con los mayores, tras reducirse el número de pensionistas durante el mes de marzo –coincidiendo con el mayor impacto de la enfermedad– en más de 8.300 personas. En concreto, el número global se rebajó hasta los 8.896.412 pensionistas, algo inusual si se compara la tendencia de los últimos cuatro meses, que han tenido incrementos sostenidos, a pesar de que 2019 terminó con una caída de poco más de 2.300 personas.

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paro por sectoresJosé Luis Montoro

Esto constataría que la pandemia, además de afectar a las listas de desempleados y de colectivos adscritos a algún tipo de prestación, también habría influido directamente sobre el equilibrio que hasta ahora había existido entre cotizantes y población prestataria. Hasta la llegada del Covid-19, había poco más de dos trabajadores que aportaban sus cotizaciones mensuales por cada uno de los pensionistas que cobraban su prestación. Hoy, con los 898.822 afiliados perdidos en la última quincena, una vez decretado el estado de alarma, y los 302.265 nuevos parados –a esta cifra hay que incorporar los afectados por ERTE–, la cifra total de trabajadores que han dejado de cotizar y ahora recibirán prestaciones ha aumentado en 3,5 millones, lo que significa que ni siquiera el sistema mantiene ya esa media de dos cotizantes por cada pensionista. Por tanto, casi 18,4 millones de afiliados deben sostener a los 8,9 millones de pensionistas, pero si a estos afiliados se restan los cientos de miles de trabajadores que han dejado de aportar sus cotizaciones durante este mes de marzo, situaría ese baremo en unas cifras que nos llevarían a finales de los años 90 del siglo pasado y por encima incluso de las que se produjeron en los peores momentos de Gran Recesión de 2008.

La Seguridad Social, que soporta todo el peso del desembolso mensual de las pensiones, ha asumido durante esta crisis una enorme carga adicional, que va a tensionar todavía más su maltrecha caja. El pasado año ya acumuló cerca de 18.000 millones de déficit y esta factura se va a disparar exponencialmente con toda la carga extra que van a suponen las prestaciones y las ayudas aprobadas en los últimos decretos ley, entre ellas la bonificación y el aplazamiento de cuotas y cotizaciones, prestaciones por cese de actividad y exenciones para los trabajadores involucrados en los ERTE. Además, hay que tener en cuenta la pérdida de puestos de trabajo y, por tanto, de las cotizaciones que ya no aportarán. Habrá que esperar a la evolución de los datos que arroje este mes de abril, tanto de los índices de mortalidad por la pandemia como de paro y afiliación, para determinar si esta caída en el número de pensionistas ha sido puntual o tiene una causa directa por el coronavirus.