Los empresarios catalanes acuden al auxilio de la planta de Nissan

La patronal Foment del Treball se dispone a hacer el trabajo que ninguna administración ha sido capaz de realizar: salvar la planta de Nissan en Cataluña y los 30.000 puestos de trabajo que genera. Los empresarios catalanes se proponen «procurar la viabilidad de la planta de Nissan en la Zona Franca» algo que no han logrado ni el Gobierno de Sánchez, que llegó a anunciar el pasado enero un compromiso con la factoría nipona para salvar los empleos, ni el gobierno regional ante la amenaza de cierre.

A tal efecto, la patronal que preside Josep Sánchez Llibre ha constituido una «mesa de notables» integrada por Seat, Nissan, Saba, Ficosa, Clúster del Automóvil, la patronal UPM, Salón del Automóvil, PWC e Iese para analizar la situación y las necesidades del sector de la automoción en Cataluña agravadas por la crisis económica a raíz del Covid-19. Esta mesa de trabajo será la encargada de realizar un plan de trabajo que se elaborará esta misma semana y se enviará a las administraciones públicas, desde el Gobierno de España a la Generalitat catalana así como a los sindicatos más representativos del sector. La situación de la planta de Nissan figura entre las prioridades más urgentes ante el escenario de un posible cierre.

En este sentido, Sánchez Llibre subrayó en un comunicado que «toda la energía del mundo económico e institucional de Cataluña debe concentrarse en los próximos días en procurar una alternativa al cierre y evitar la pérdida de miles de puestos de trabajo en un momento tan crítico como el que estamos viviendo». Según la patronal catalana, cerca de 30.000 puestos de trabajo en el sector de la automoción, entre directos e indirectos, pueden peligrar si finalmente Nissan cierra esta planta y los otros dos centros que tiene en la provincia (la de Montcada i Reixac y la de Sant Andreu de la Barca).

Para evitarlo, la «mesa de notables» analizará el futuro y la estrategia que diseñará la marca Nissan, integrada en la alianza con Renault y Mitsubishi. Según Foment, el problema de esta planta se arrastraba desde antes de la pandemia ya que «la fábrica de la Zona Franca producía el 30% de su capacidad total».

«La crisis del sector es anterior al Covid-19. La reconversión a la que se enfrenta con la irrupción del vehículo eléctrico amenaza el futuro de 38.000 puestos de trabajo en Cataluña, más de una tercera parte de la ocupación generada por el sector auxiliar de la automoción». Foment cita, en este sentido, un informe del departamento de empresa del gobierno regional que detectó 503 compañías proveedoras y 235 empresas afectadas muy directamente.

El grupo de trabajo identificará las fortalezas de Cataluña en una industria que es motor de la economía y «canalizará todo el apoyo institucional para concentrar recursos económicos y de conocimiento para mantener Barcelona como capital de la innovación y producción de vehículos de nueva generación». Foment recuerda que Barcelona ganó en diciembre de 2018 la sede central del centro de investigación europeo de movilidad sostenible.