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Calviño pide unos ERTE con ajustes horarios en vez de con suspensiones de empleo

Defiende ante el Consejo General de Economistas que se “maximice la flexibilidad en la reincorporación al trabajo” para evitar despidos

La vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, se reúne con agentes sociales
La vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño (i), y la Secretaria de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Ana de la Cueva (d), participan en una reunión de la mesa de diálogo socialGabinete de prensa del MinisteriEFE

La vicepresidenta para Asuntos Económicos, Nadia Calviño, lo tiene claro: la prórroga de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) más allá del 30 de junio debe favorecer el ajuste de horas en lugar de las suspensiones de empleo para fomentar la vuelta al trabajo. esta es la carta de presentación que ha lanzado en un encuentro informativo promovido por el Consejo General de Economistas horas antes de presidir la mesa del diálogo social. “El objetivo fundamental de cara a la necesaria adaptación de los ERTE es que los ajustes se hagan por horas y no por trabajadores, que vayamos introduciendo elementos de flexibilidad que maximicen el ritmo al que se van reincorporando al trabajo a medida que avanza la desescalada”, ha defendido la ministra, que cree que hay que estudiar un tratamiento “más adecuado” de los expedientes temporales para sectores específicos e ir adaptándolos en el tiempo, analizando otras herramientas para que el ajuste se haga en horas y “no en trabajadores”, al tiempo que se impulse la reorientación profesional y se estudien instrumentos de flexibilidad alternativos a los mecanismos de ajuste tradicionales de la economía, que se centran en los más vulnerables y los contratos temporales.

De esta manera, ha enmendado en parte la postura de su homóloga de Trabajo, Yolanda Díaz, que tras la convalidación de la ampliación de los ERTE hasta el 30 de junio en el Congreso confirmó que las empresas que estén en riesgo de concurso de acreedores o que justifiquen sus problemas económicos motivados por la pandemia y se hayan acogido a un ERTE durante esta crisis no estarán obligadas a cumplir con la actual exigencia del mantenimiento obligatorio del empleo durante los seis meses posteriores al fin del expediente. “No podemos exigir a nadie que cumpla lo imposible. Esta cláusula de salvaguarda se aprobó para mantener el empleo, pero nos hacemos cargo de que algunas empresas, que se encuentren en riesgo, no podrán cumplir este compromiso”.

También ha anunciado que se reforzarán los planes de choque para apoyar a sectores estratégicos más afectados, como el turismo, automoción o comercio, junto a la red de protección social, que pasa por el ingreso mínimo vital, entre otros. En la prórroga hasta el 30 de junio, acordada con los agentes sociales, ya se promovieron mayores exoneraciones de cotización a la Seguridad Social para las empresas que recurrieran a las reducciones de jornada frente a las que mantuvieran a los trabajadores suspendidos. Las condiciones para prolongar las ayudas a los ERTE a determinados sectores es uno de los puntos clave que se está negociando con patronal y sindicatos en la mesa del diálogo social.

La vicepresidenta económica ya ve un “cambio de tendencia” en la evolución económica con el inicio de la desescalada, con “cierta recuperación” en la actividad y el empleo, en línea con las previsiones del Gobierno, que apuntan a una recuperación en ‘V asimétrica’, con un “crecimiento importante” en 2021. Cree que, tras la caída “intensa” de la actividad en marzo y abril, la tendencia cambiará la perspectiva de crecimiento y recuperación, logrando una tasa de “crecimiento importante” en 2021, ejercicio para el que el Gobierno proyecta un crecimiento del 6,8%. “Lo que hagamos ahora es determinante para el futuro”, apostilló.