Ingreso mínimo vital
Caos en el primer día de tramitación del ingreso mínimo por la falta de medios públicos
Los sindicatos denuncian problemas personal y la ausencia de preparación previa, y reclaman un plan para salvar la gestión. La web de la Seguridad Social y el teléfono de asistencia quedaron colapsados temporalmente
El sueño de lograr un ingreso mínimo vital (IMV) de muchos hogares se puede convertir en una pesadilla burocrática que puede paralizar o retrasar sine die su concesión. En las primeras horas de la apertura del plazo de solicitudes para este IMV, la página web del Ministerio de Seguridad Social sufrió un colapso ante la avalancha de interesados que intentaron realizar el trámite vía internet o, simplemente, acceder a la información o a los requisitos exigidos. Esto provocó la caída del sistema durante un corto espacio de tiempo y la ralentización de las gestiones -a partir de media mañana la situación se había normalizado-. En muchos casos, las gestiones se quedaban a la mitad del proceso. A esto hay que sumar las quejas de infinidad de usuarios por el simulador habilitado por el Ministerio, que deniega la opción a solicitar la prestación si no se han recibido en algún momento ayudas sociales públicas. Asimismo, el tiempo de espera en el teléfono gratuito puesto en marcha para informar se vio desbordado y el tiempo de espera superaba en algunos casos más de 40 minutos.
En este sentido, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha denunciado públicamente que “el personal de la Seguridad Social es insuficiente” para resolver los expedientes de solicitud del ingreso mínimo y advierte que si no se refuerzan las plantillas de la Seguridad Social y del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) advierte de “un nuevo colapso del sistema” en los próximos días, como el que sufrieron con la avalancha de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). “Las plantillas están bajo mínimos", advierten, tras disminuir “más de un 20% en los diez últimos años”, y actualmente se sitúan en 26.840 trabajadores, "una cifra insuficiente para atender el volumen de trabajo”, que en el primer día del plazo de solicitudes del IMV se ha multiplicado “por 10.000”, se quejan fuentes de los funcionarios de la Seguridad Social.
Y lo peor está por llegar. “Los funcionarios públicos afrontan la semana con una enorme preocupación por la falta de medios y de trabajadores que sufren". CSIF critica que "no disponen de una formación específica ni de instrucciones claras sobre la tramitación de la nueva prestación de IMV”, por lo que sólo esperan “que no nos pase como a nuestros compañeros del SEPE que, sin ser culpables de la nefasta gestión, información y declaraciones suministradas por este organismo, reciben continuos insultos, amenazas y coacciones”. Por ello, el sindicato ha reclamado que se garanticen todas las medidas para la protección de la salud, previa a la apertura de los centros de atención presencial y para que "los empleados y la ciudadanía dispongan de los medios necesarios y lo hagan en un entorno seguro y protegido”.
Por su parte, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha reprochado al Gobierno “la presión que ejerce sobre los empleados públicos” del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) y de SEPE. “El Gobierno no puede mantener esa tensión, llevan trabajando sin descanso desde hace tres meses y aún no hemos acabado con el colapso de los ERTE, con miles de personas todavía pendiente de cobrar”. También ha criticado la falta de previsión del Ejecutivo, con una puesta en marcha del plazo de solicitudes del IMV “caótico” y pide que se dejen “las prisas de lado” y se empiece a “discutir a fondo cómo y de qué manera se dan estas prestaciones”.
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