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Fedea estima que la tasa de paro “efectiva” es del 22%

La Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre la sitúa en el 15,3%

Imagen de una oficina de empleo
Imagen de una oficina de empleoCristina BejaranoLa Razón

Las cifras bailan en las estadísticas oficiales del Gobierno. Eso es lo que considera la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) respecto a las cifras de paro en su quinto boletín de seguimiento de la crisis del Covid-19. Según la Encuesta de Población Activa (EPA), entre el primer y segundo trimestre de 2020, el número de ocupados se habría reducido en cerca de 1,1 millones de personas, lo que supone una diferencia de cerca de 480.000 en comparación con la variación trimestral media de afiliados a la Seguridad Social. Mientras que la EPA sitúa la tasa de paro del segundo trimestre en el 15,33% (3,37 millones de parados), según Fedea la tasa de paro “efectiva” se situó en julio en el 22% de la población activa, es decir, en torno a 5 millones de parados. Pese a que esta cifra se sitúa nueve puntos por debajo de la de junio, dista mucho del paro estimado por la EPA.

Hay una doble explicación para ello. En primer lugar, Fedea valora que, “la considerable discrepancia que se ha producido en el segundo trimestre entre los datos de la EPA y los de la Seguridad Social en relación con la destrucción de empleo y otras variables de interés, como la cobertura de los ERTES”, podría estar relacionada con las dificultades prácticas que la pandemia ha generado para realizar la encuesta.

Por otro lado, los cálculos del “desempleo efectivo” de Fedea incluyen, además de los parados registrados en las oficinas de empleo, los trabajadores afectados por ERTE y los autónomos beneficiados de la prestación por cese de actividad, que no computan en la EPA. La cifra resultante se divide entre la población activa y así es como se obtiene una tasa de paro efectiva del 22%. En cuanto a la disminución de esta tasa respecto a junio, Fedea señala que se debe principalmente a la vuelta al trabajo de 700.000 empleados afectados por ERTE y de muchos autónomos, aunque advierte de que algunos trabajadores por cuenta propia podrían no haber vuelto aún a la “normalidad”.

El análisis de Fedea también señala que la mejoría del mercado laboral ha tenido un impacto desigual en los parados dependiendo de la duración del desempleo. Mientras que el paro de corta duración ha caído notablemente, el paro de larga duración ha seguido creciendo, aumentando en 208.000 personas (un 16,8% más) desde febrero.