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España pierde 40 millones de turistas y 50.000 millones de euros de ingresos en nueve meses

Apenas se sumarán 16 millones de visitantes hasta agosto por culpa de los rebrotes y las cuarentenas. El Ministerio de Turismo da la campaña por perdida

Las pernoctaciones hoteleras se desplomaron un 64,3% durante el mes de agosto en comparación con el mismo mes del año anterior, sobre todo entre los viajeros internacionales
Las pernoctaciones hoteleras se desplomaron un 64,3% durante el mes de agosto en comparación con el mismo mes del año anterior, sobre todo entre los viajeros internacionales©Gonzalo Pérez MataLa Razón.

Ya no hay dudas. La campaña turística de 2020 se ha perdido. «Ha sido un desastre», reconoció ayer la propia ministra Reyes Maroto, que espera que se inicie una recuperación a mediados de 2021 y se consolide un año después, aunque fuentes del sector creen que son unas previsiones demasiado optimistas y estiman que no se recuperarán niveles pre-covid hasta más allá de 2023.

Los datos son demoledores. España cerrará los ocho primeros meses del año, los más importantes y con mayores cifras de la temporada, con más de 40 millones de turistas internacionales menos que el año pasado y 50.000 millones de euros de ingresos perdidos. La causas directas hay que buscarlas en las restricciones, el temor de los viajeros a los contagios y las cuarentenas impuestas a nuestro país por los rebrotes y las cifras de contagios, que el Gobierno se ha visto incapaz de sostener. Tanto el Ejecutivo como las patronales fiaron mejorar las terribles previsiones del verano a la mejora y el incremento del turismo nacional, pero éste no ha compensado en absoluto la fuerte caída de ingresos derivada de la ausencia de extranjeros.

El INE no publicará nuevos datos estadísticos del turismo hasta el mes que viene, pero las proyecciones comparativas con los datos de 2019 auguran una catástrofe que puede llevarse por delante infinidad de empresas y decenas de miles de empleos.

Según datos recogidos por Efe, en los primeros nueve meses del pasado año cruzaron nuestras fronteras 58,2 millones de turistas –sólo agosto acumuló 10,1 millones de visitantes–. Por contra, a falta de contabiliziar agosto, de enero-julio de 2020 el cómputo total apenas llegó a 13,2 millones –2,5 millones en julio, cuando todavía no se habían decretado cuarentenas a nuestro país–. Haciendo una proyección sobre estas cifras –teniendo en cuenta las restricciones impuestas en el octavo mes del año por los rebrotes–, difícilmente la suma total de llegadas alcanzará los 16 millones, 40 millones por debajo del año pasado. En relación con el gasto por turista, los resultados son igual de abrumadores y negativos. Entre enero y agosto del año pasado los visitantes se gastaron 64.124 millones de euros –11.765 sólo en agosto–. Este año, entre enero y julio, apenas fueron 14.291 millones.

En Baleares, Canarias y zonas costeras del Mediterráneo la situación es crítica. Por ejemplo, la economía balear perdió un 40,5% el PIB en el segundo trimestre, casi el doble que la media nacional (-22,1%). Solo algunas zonas han mantenido niveles aceptables, sobre todo en el norte del país, que ha actuado como refugio del turismo nacional, que decidió evitar las zonas habitualmente masificadas.

El sector decidió reiventarse y presentar imaginativas promociones para intentar recuperar mercado. El resultado no ha sido igual para todos y las patronales turísticas reconocen unas pérdidas totales cercanas al 80%.