Economía

El Banco de España aboga por gastar dinero público en ERTE sólo para empresas viables

Dibuja un sombrío panorama y augura la tormenta perfecta sobre la economía española por los rebrotes de Covid-19

Edificio del Banco de España
Edificio del Banco de EspañaRuben mondeloLa razon

Si todo es susceptible de empeorar, lo hará. Ese es el criterio que parece aplicar el Banco de España en sus predicciones macroeconómicas revisadas ahora a la baja para la economía española, sobre la que se cierne, a su juicio, la tormenta perfecta por los rebrotes de Covid-19 registrados en las últimas semanas. En este contexto, la incertidumbre de la pandemia le fuerza a retrasar la superación de la crisis económica y, por tanto, a mostrarse selectivo a la hora de la adopción de las medidas que alivien a las empresas de la dura carga que supone esa asfixia económica que padecen por el parón decretado para frenar el avance del virus y que pueden sufrir aún, según la intensidad de la segunda oleada que se avecina del coronavirus.

Este es el caso de los ERTE (expedientes de regulación temporal de empleo), cuya aplicación defiende la autoridad monetaria que se realice en el caso de las empresas que sigan siendo viables después de la tempestad. Pese a ello, el Banco de España, por boca de su director general de Economía y Estadística, Óscar Arce, evita pronunciarse sobre la prolongación de esta herramienta, cuya prórroga más allá del 30 de septiembre negocian ahora Gobierno, patronal y sindicatos. No obstante, reconoce que aún «subyace la motivación» que llevó a aplicar la misma, eso sí, «con prioridad en aquellas empresas que después de este shock temporal sigan siendo viables». Y es que los recursos públicos son limitados y, por eso, se muestra partidario de un uso eficiente de los mismos, sobre todo, en un momento como el actual. De hecho, según su predicciones dadas a conocer ayer, la pandemia tendrá su fiel reflejo en el déficit de las cuentas públicas, que crecerá hasta el 12,1% del PIB este año, más de un punto respecto a su anterior previsión. Con este desfase, dibuja una tendencia alcista de la deuda pública este y los dos próximos ejercicios, que se disparará hasta el 128,7% del PIB en 2022, diez puntos porcentuales más que lo vaticinado en junio.

Más pesimista

El Banco de España se muestra más pesimista y alerta de que los rebrotes de Covid-19 registrados en las últimas semanas pasarán una elevada factura a la economía española este año y retrasarán su salida del túnel. Así lo advierte en sus últimas proyecciones macroeconómicas 2020-2022, recogidas en su informe trimestral sobre la economía española, en las que empeora sus predicciones de junio ante la segunda oleada de la pandemia. En función de la intensidad de la misma y de las medidas que se deban adoptar para contener su avance, baraja dos escenarios económicos, con una horquilla de un mayor desplome del PIB que oscila desde el 10,5% hasta el 12,6%. Además, rebaja su vaticinio de crecimiento de la economía en 2021, con un alza de entre el 4,1% y el 7,3% del PIB, y dibuja una senda de crecimiento moderada en 2022 de entre el 1,9% y el 3,3%. En el diseño de estos escenarios no ha tenido en cuenta los 140.000 millones que recibirá España de Bruselas. No obstante, calcula que podrían tener un impacto sobre el PIB de 2021 y 2022 de unos dos puntos en cada ejercicio.

Por si fuera poco, no cierra la puerta a un tercer escenario, en el que el avance del virus obligue a la adopción de medidas más severas sobre la movilidad o la actividad que sumerjan aún más a España en la recesión. De ahí que avise de una «distorsión sin precedentes» en la actividad y de la elevada incertidumbre que planea sobre la salida del túnel de la recesión, muy condicionada a la evolución epidemiológica. Este hundimiento de la economía se traducirá en un alza de la tasa de paro, que dentro de dos años aún continuará por encima del 20% de la población activa.