Agricultura

No habrá ningún español entre los eurodiputados que negociarán la PAC

Los ministros aprobaron sus conclusiones sobre la estrategia «de la granja a la mesa»

La semana pasada se registró un auténtico aluvión de noticias relacionadas con la PAC y el futuro de los agricultores y ganaderos comunitarios, incluidos los españoles. Por un lado, el Consejo de Ministros de Agricultura cerró su acuerdo político sobre la PAC del futuro y fijó en el 20% del dinero que se destina en cada Estado miembro a las ayudas directas de la PAC los fondos que deberán dedicarse a los ecoesquemas, asunto que ha sido el más polémico de la negociación. Por su parte, los eurodiputados cerraron también su posición global sobre esta política y establecieron ese porcentaje en el 30%. Ahora comenzarán las negociaciones entre ambas instituciones, con la participación de la Comisión Europea mediante el procedimiento que se denomina trílogos, para alcanzar el acuerdo definitivo comunitario. Los problemas para España radican en que cuando se ha formado el equipo negociador del Parlamento Europeo no se ha incluido a eurodiputados de nuestro país, a pesar de que es el segundo Estado más beneficiado por el dinero del primer pilar de la PAC, el de las ayudas directas, y de lo mucho que se juega. La delegación parlamentaria estará formada por 21 eurodiputados y su jefe será el alemán Norbert Lins, del PPE, que es a su vez el presidente de la Comisión de Agricultura. De acuerdo con las previsiones que se manejan en Bruselas, el acuerdo definitivo podría llegar a finales de la próxima primavera bajo la presidencia de Portugal. Para lograrlo se deberán negociar no solo los ecoesquemas, sino otros puntos en los que ministros y eurodiputados también difieren.

Pero esas no fueron las únicas novedades que llegaron de Luxemburgo y Bruselas la semana pasada, porque el Consejo Agrícola también aprobó sus conclusiones sobre la polémica iniciativa de la Comisión Europea denominada estrategia «de la granja a la mesa». En ellas los ministros «toman nota» de los objetivos de reducción de pesticidas, antibióticos y fertilizantes contemplados en la estrategia y subrayan que, para alcanzarlos, se requerirán esfuerzos por parte de los Estados, de los operadores y de los agricultores y ganaderos. Sin embargo, no se fijan cifras de reducción. Asimismo, solicitan a la Comisión Europea que antes de presentar propuestas legislativas para bajar la utilización de esos medios de producción se lleven a cabo las correspondientes evaluaciones del impacto que tendrían esas medidas. En cualquier caso, creen que debe mantenerse la competitividad del sector agrario comunitario y de las producciones europeas frente a las de países terceros, por lo que sería necesario aplicar a las importaciones requisitos más exigentes en materia de protección del medio ambiente, uso de pesticidas y antibióticos y sanidad animal.