Euríbor

El desplome del euribor anticipa una década de reinado de las hipotecas fijas

La banca prevé tipos negativos hasta 2031. Los expertos creen que las entidades intensificarán su apuesta por estos créditos para asegurarse unos ingresos mínimos

Lo que empezó hace algo más de cuatro años siendo algo que parecía coyuntural, la caída del euribor a terreno negativo por efecto de la Gran Recesión, ha terminado por convertirse en algo que parece será estructural a medio plazo. La crisis económica en que ha devenido la sanitaria por la pandemia del coronavirus ha truncado cualquier posibilidad de que el indicador al que están referenciadas las hipotecas a tipo variable en España vuelva a tasas positivas a corto plazo. Tanto es así, que el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortazar, aseguró la pasada semana que la “nueva normalidad” para la banca implica un euribor en terreno negativo durante una larga temporada que puede prolongarse al menos hasta 2031. "Lo que veíamos que era una irracionalidad hay que tomarlo como un dato estructural”, aseguró Gortazar en el XI Encuentro Bancario organizado por KPMG y “Expansión”.

En este escenario, los titulares de una hipoteca variable se frotan las manos pensando en los intereses que se van a ahorrar en los próximos años. En septiembre, el euribor tocó unos mínimos, -0,414%, que volverá a perforar en octubre, pues ya transita por el -0,463% a falta de cinco sesiones para cerrar su cotización mensual. Algunos que suscribieron hipotecas en los años 2007 y 2008, cuando el euribor cotizaba en máximos y los tipos ofrecidos por la banca para las hipotecas variables no iban más allá del indicador más un 0,3%, no están pagando un céntimo por este concepto a su banco. Pero la cuestión es qué sucederá de ahora en adelante con el mercado hipotecario. Los expertos consideran que se encamina a unos años dorados para las hipotecas a tipo fijo.

Evolución Euribor
Evolución EuriborAntonio Cruz

Mercado al alza

Desde que el euribor entró en terreno negativo, la banca desenterró un producto que, tradicionalmente, no podía competir con las hipotecas variables por ofrecer seguridad a cambio de ser mucho más caro. El motivo para hacerlo es bien sencillo: asegurarse los ingresos de su principal negocio, que no es otro que prestar dinero, que ha perdido con las hipotecas variables. Con el euribor en negativo, las cuentas de resultados de las entidades comenzaron a resentirse, por lo que empezaron a lanzar hipotecas fijas con tipos muy atractivos para atraer clientes y asegurarse esos ingreses. Y la estrategia les ha funcionado. El pasado mes de junio, el 49,4% de los créditos hipotecarios que se firmaron fueron fijos, porcentaje que apenas alcanzaba el 10% en 2015, justo antes de que el euribor entrase en terreno negativo.

La tendencia en los próximos años será que las hipotecas fijas le sigan comiendo el terreno a las variables, como explica Simone Colombelli, director de Hipotecas de iAhorro. Dado que, como dijo públicamente Gortázar, la banca asume que el euribor permanecerá una larga temporada en terreno negativo, “las entidades han estado trabajando en el producto a tipo fijo, creándole una clara competencia a las hipotecas variables para asegurarse clientes. En la actualidad, podemos encontrar hipotecas fijas a unos tipos que antes veíamos asociados a hipotecas variables, por lo que prácticamente podemos decir que la oferta fija se está transformando en la variable”, explica Colombelli. “Los bancos apuestan ahora abiertamente por los tipos fijos, con los que ganan más dinero que con los variables a corto plazo”, coinciden en destacar desde HelpMyCash.

Es probable que la banca suba el precio de las hipotecas variables

Además, hay que tener en cuenta el tipo de producto que demandan los hipotecados españoles. “El perfil del ciudadano español que busca una hipoteca suele demandar un plazo medio de entre 25 y 30 años, con pocas vinculaciones”, asegura Colombelli, lo que les empuja hacia hipotecas a tipo fijo. Además, y como para mirar a largo plazo es más difícil hacer predicciones, desde HelpMyCash consideran que en situaciones así suele compensar más una hipoteca fija. “Si lo que se quiere es pagar una cuota barata a corto plazo y se cuenta con la suficiente solvencia para asumir una posible subida, el tipo variable puede ser adecuado, mientras que si se prefiere disfrutar de una cuota estable y sin cambios, el tipo fijo puede ser una buena opción”, explican. “Firmar una hipoteca variable sale más a cuenta económicamente si el plazo de devolución es corto (de unos 10 o 15 años)”, añaden.

Desde HelpMyCash consideran que también es esperable que las estrategias hipotecarias de las entidades financieras contribuyan a reforzar una posición de ventaja de las hipotecas a tipo fijo por su propio interés. Aunque creen que hacer previsiones a largo plazo es “complicado, “lo más probable es que los bancos sigan ofreciendo los dos tipos de hipoteca, variable y fija, pero que incentiven la contratación de esta última modalidad, ya sea dándole mayor visibilidad o rebajando aún más los tipos fijos si hay margen para hacerlo”. Además, añaden, si el euribor sigue tan bajo, “también es probable que la banca suba el precio de las hipotecas variables, ya sea con un aumento de los diferenciales (la parte que se suma al índice para determinar el interés variable), con un encarecimiento del tipo fijo inicial que se aplica durante los primeros meses, extendiendo ese plazo inicial a tipo fijo para que tarde más en aplicarse el euribor, subiendo comisiones, aumentando la vinculación, etc.”, de tal modo que al cliente le resulte más atractiva la hipoteca fija que la variable. De momento, la apuesta de los bancos por las fijas es clara, como lo demuestra el hecho que destaca Colombelli de que entidades como EVO o ING hayan lanzado por primera vez en su historia productos de este tipo.

De todos modos, asociaciones como la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) aseguran que, a pesar de que en la sociedad ha calado el mensaje de que las hipotecas a tipo fijo convienen más que las variables al cliente, sus datos indican que estas últimas son económicamente más interesantes para los clientes.