Impuestos
El coste de subir impuestos a los ricos: un 4% más de paro y «fuga de talento»
La carga fiscal en España es un 6,6% superior a la UE, según el IEE
La subida de impuestos a las rentas altas provocará un efecto bumerán en la economía española. No solo habrá una «fuga de talento», menores inversiones e ingresos tributarios, sino que además provocará un aumento del paro. En concreto, según el análisis del Instituto de Estudios Económicos, supondría una pérdida de empleo de hasta el 4%. Así lo aseguró ayer el presidente del IEE, Íñigo Fernández de Mesa, en la presentación del informe «Competitividad Fiscal 2020: ¿Por qué no se pueden subir más los impuestos en España?», en el que se desmienten, además, mantras como que los ricos y las empresas pagan pocos impuestos en relación con el resto de socios europeos.
Más bien lo contrario. España se sitúa entre los países más avanzados en donde el IRPF es más progresivo. Ocupa el octavo lugar de un total de 22 países analizados. La economía española supera en progresividad del impuesto sobre la renta tanto a la media de la UE como al promedio de las economías de la OCDE. Si se calcula la ratio entre el tipo impositivo máximo del impuesto sobre la renta y el tipo marginal del impuesto sobre la renta de un trabajador con un salario igual al 67% del salario medio en cada una de estas economías, se obtiene que, en España, la progresividad de este impuesto supera en un 17% a la del promedio de la UE.
«No es el mejor momento para proceder a un aumento de nuestra imposición», remarcó Fernández de Mesa, en particular sobre las rentas del trabajo, ya que en España el 40% del coste laboral «va a las arcas públicas», ya sea como retención del IRPF o como cotizaciones sociales, frente al 36% de la media de la OCDE. En este sentido, el IEE calcula que un aumento del 10 % en esta «cuña fiscal» supondría una pérdida del 4% del empleo.
Así pues, la subida impositiva del Gobierno en plena pandemia convierte a España es «una excepción», al seguir aumentando la recaudación obtenida de empresas y familias, a tenor del análisis del IEE y la Tax Foundation. Según el Indicador de presión fiscal normativa, que analiza la carga que el sistema fiscal introduce en las economías al margen de la recaudación que obtenga, los españoles soportan un 10,5% más impuestos que la media de Europa. La situación de España es también un 9,4% peor a la del promedio de los países de la OCDE.
El estudio llama la atención sobre el impacto de la economía sumergida en la presión fiscal ya que en España se recauda el 34,7% del PIB total del país, pero está pagado solo por el 78% de la actividad, ya que el 22% del PIB es economía sumergida. Por tanto, la presión fiscal efectiva para los que sí pagan es del 44,5%.
Respecto a la presión fiscal de las empresas –impuestos más las cotizaciones sociales a cargo del empresario–, es muy superior en España a la del conjunto de la UE. Contando con la economía sumergida, la presión fiscal empresarial efectiva alcanza el 14,2% sobre el PIB frente al 11,1% de media de la UE.
En suma, los españoles realizan un esfuerzo fiscal un 6,6% superior al europeo, señala el documento, lo que sitúa a España en la posición 27 del total de los 36 países analizados, cuatro puestos más abajo que en 2019.
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