Un millón de autónomos, al borde de la desaparición

“Los autónomos están asfixiados, ahogados y abandonados a su suerte”. Así de contundente se ha mostrado el presidente de ATA, Lorenzo Amor, que ha reclamado al Gobierno que “empiece a actuar con ayudas directas porque un millón de autónomos está en el alambre. Si se cree que solo con ayudas y prestaciones se puede salir de esta crisis, es que no tiene ni idea, están en la inopia”. Amor reclamó que además de la ayudas se implemente “un verdadero" plan integral de recuperación. “No solo necesitamos ayudas a la renta, sino que se debe fomentar el consumo y las ayudas directas a las familias, porque a través de este consumo se genera IVA, la rueda del tejido productivo se mueve y el estado ingresa dinero vía impuestos”.

Estas afirmaciones las ha realizado durante la presentación del VII Barómetro de Situación de este colectivo, que presenta unas cifras que asustan. La segunda ola del coronavirus, que ha provocado nuevas restricciones y confinamientos, ha disparado la alerta entre este colectivo, que ha visto como 300.000 trabajadores por cuenta propia ha cesado su actividad en octubre, otros a 300.000 autónomos prevén cerrar antes de fin de año, y otros 400.000 cree que no podrá aguantar mucho tiempo. Según los cálculos de ATA, uno de cada tres autónomos se plantea reducir la plantilla, lo que podría traducirse en una destrucción de 500.000 empleos. En total, un “abrumador” 84% asegura que la facturación de su negocio se ha visto reducida respecto a la del año anterior, de los que 1.900.000 autónomos han sufrido unas pérdidas de al menos el 60%.

Según el barómetro, 210.000 autónomos tienen sus negocios cerrados temporalmente y el 4% asegura estar sin actividad desde el pasado mes de marzo, a lo que se suma otro 2,5 % que tiene su negocio o actividad cerrados en estos momentos por las nuevas restricciones. Además, un 60,7% afirma que solo está funcionando al 50%, y únicamente un 3,7% reconoce estar funcionando incluso mejor que antes de la pandemia.

Otro de los problemas detectados en esta encuesta es el de la morosidad. Uno de cada tres autónomos asegura que la sufren (el 33,2%), de los que 17,3% hablan de morosidad por parte de empresas privadas exclusivamente. En cuanto al empleo, el 43% de los autónomos que cuentan con trabajadores ha solicitado ERTE o tiene previsto hacerlo; uno de cada tres con trabajadores a cargo se plantea despedir; el 40% de los autónomos con trabajadores no tiene liquidez para afrontar despidos; y el 70,2% consideran fundamental para la continuidad de sus negocios mantener los ERTE. Únicamente el 22,8% de los autónomos asegura que podrán mantener a todos sus empleados.

“Se avecina un desastre para autónomos, empresas y trabajadores si no se acompaña de un plan urgente de medidas económicas. Se hace urgente establecer desde ya un plan de emergencia, y con vistas a un invierno muy duro, que prorrogue las ayudas existentes hasta el 31 de mayo de 2021. Si se quiere aprobar un estado de alarma hasta mayo, las medidas y las ayudas también deben extenderse hasta esa fecha de manera inmediata", ha reclamado Lorenzo Amor.

La encuesta de ATA también ha buscado una calificación para las medidas del Gobierno. Los autónomos dan un claro suspenso a la gestión y la nota baja respecto al barómetro anterior. “No pasa de un 3,1 y sigue bajando”, reconoció el presidente de esta asociación, que ha vuelto a reclamar la reducción de la cotización y la recuperación de la prestación por cese extraordinaria como herramientas para salvar sus negocios. Estas son las dos peticiones más valoradas por los encuestados, cuyo pesimismo va en aumento, ya que uno de cada dos , el 48,6%, prevé que la economía tardará más de dos años en recuperarse.

Amor calificó los Presupuestos presentados por el Ejecutivo como “obsoletos y desactualizados”, al considerar que no cuentan con las posibles consecuencias de la segunda oleada, “tienen mucha carga ideológica y suben excesivamente el gasto”. Además, ha criticado con dureza la decisión de Pedro Sánchez de extender el estado de alarma durante seis meses. "En un país con una democracia consolidada no se pueden tener los derechos fundamentales coartados durante seis meses. Eso es más propio de una dictadura”, aseguró el presidente de ATA, quien sostuvo que, si el estado de alarma se prolonga hasta el 9 de mayo y ocupa las campañas de Navidad y Semana Santa, los ERTE y las ayudas por cese de actividad “ya deberían estar prorrogados” hasta el 31 de mayo.