Economía

La AIReF cuestiona el Presupuesto de 2021 por optimista y avisa del riesgo de que la recesión mute a depresión

Advierte de que la recuperación del PIB en 2021 se situará más cerca de su escenario pesimista del 3,8%

La presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), Cristina Herrero, comparece en la Comisión de Presupuestos del Congreso
La presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), Cristina Herrero, comparece en la Comisión de Presupuestos del CongresoJ.J.GuillenEFE

La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), al igual que el Banco de España, cuestiona las cifras de los Presupuestos Generales del Estado de 2021, aprobados por el Consejo de Ministros el pasado 27 de octubre, por basarse en una previsión de recuperación económica “optimista”. Así lo ha advertido la presidenta de la AIReF, Cristina Herrero, durante su comparecencia en la Comisión de Presupuestos del Congreso de los Diputados. A su juicio, sobre la economía sobrevuela una excesiva incertidumbre y volatilidad y la recuperación es aún incompleta y desigual por sectores, autonomías y grupos poblacionales, como consecuencia de la evolución de la pandemia y el impacto de la segunda ola a final de este año y comienzo del siguiente repercutirá negativamente en la recuperación económica, aproximándola más al escenario pesimista, de los tres que maneja esta institución, de una estimación de crecimiento del PIB del 3,8%, lo que supone un punto menos que las previsiones realizadas en octubre pasado. Este escenario pesimista se fundamenta en la adopción de un confinamiento de la población similar al aprobado en marzo pasado para combatir la segunda ola del coronavirus.

El escenario central de la AIReF prevé un crecimiento de la economía del 5,5% del PIB en 2021 si las medida adoptadas para frenar el avance de la pandemia conlleva confinamientos parciales. AIReF también baraja un escenario optimista con un alza del PIB del 7,3% del PIB. Estos tres escenarios no tienen en cuenta el impacto positivo de la percepción de 27.000 millones de euros en la recuperación de la economía, que la AIRef calcula en 2,7 puntos porcentuales, lo que colocaría el alza del PIB en su escenario pesimista del 6,5%, del 8,2%, en el central y del 10% en el optimista. No obstante, Herrero ha considerado muy ajustado el calendario de percepción de los fondos europeos y ha vaticinado que llegarán a mitad del próximo año y, por tanto, ha cuestionado que se puedan gastar, amén de la incertidumbre que pesa, a su juicio, que los proyectos sean los adecuados y óptimos. Por eso la AIReF prevé un efecto neutro de los fondos europeos sobre el déficit público, pese a que las cuentas contabilizan en términos de caja unos 6.000 millones de ingresos y unos 20.000 millones de gastos.

La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal baraja una estimación de déficit público para 2021 del 8% del PIB, tres décimas superior a la del Gobierno, como consecuencia de una recaudación inferior a 9.000 millones respecto a la prevista por el Ejecutivo. Así, estima que el déficit público alcanzará el 11,6 % del PIB este año, un repunte de 8,7 puntos derivado de la propia contracción del PIB (0,8 puntos), la situación económica (3,7 puntos) y las medidas puestas en marcha para afrontar la crisis (4,2 puntos).

Este desfase se corregirá en 3,6 puntos a lo largo de 2021 hasta cerrar ese ejercicio en el 8 % del PIB, debido en parte a la recuperación económica, con un impacto negativo de 1,6 puntos, de los que 1 punto se debe al efecto denominador y 0,6 puntos a la propia mejora económica- y 2 puntos a las medidas del Gobierno.

Las estimaciones de la AIReF prevén alrededor de seis décimas menos de PIB en ingresos que el Gobierno, lo que se traduce en alrededor de 9.000 millones en el escenario central y 18.000 millones en el escenario pesimista. La reducción del coste de las medidas para afrontar la pandemia de la covid-19 bajarán el déficit en 2,2 puntos en 2021 y las de aumento de ingresos, en 0,3 puntos, aunque el mayor gasto incluido en el presupuesto lo eleva en 0,5 puntos, lo que deja el impacto presupuestario total en una reducción de déficit de 2 puntos. Por el lado de los gastos, la AIReF advierte de la posibilidad de que los ERTE se deban prolongar hasta mitad del próximo año y no sólo hasta enero, como ha previsto el Gobierno.

Después de asegurar que no recae sobre su competencia valorar si es o no conveniente introducir modificaciones en el sistema impositivo, Herrero ha reconocido que, en un contexto de crisis como el actual, habría que tener cautela a la hora de subir la presión fiscal, en alusión a las subidas de impuestos incluidas en las cuentas públicas de 2021 por el Ministerio de Hacienda.

En este contexto, Herrero ha advertido de “los daños estructurales” que la crisis sanitaria puede provocar en las cuentas públicas. Según la AIReF, uno de los principales riesgos de la situación actual es que la recesión mute en depresión de modo que en el futuro haya que hacer frente no sólo a una ratio de deuda pública más elevada, sino también a un mayor y más persistente déficit estructural. En ese sentido, alerta de que cuando más se prolongue la crisis mayor será la probabilidad de que la quiebra de empresas, la cancelación de inversiones, el deterioro de stock de capital y el desempleo de larga duración acabe erosionando la capacidad de crecer a medio plazo. Acto seguido, en su informe de analices de los Presupuestos de 2021 que ha remitido a Hacienda, la AIReF avisa de que la materialización de este riesgo se traducirá en pérdidas los pasivos contingentes que el Estado está asumiendo con el programa paraguas de avales, lo cual se reflejaría en un aumento de nivel de deuda pública.

Por eso ha recomendado la adopción de una estrategia de consolidación fiscal una vez se formule el programa de recuperación en el ámbito de la UE, acompañado de un plan plurianual. En ese sentido, ha recordado que no está suspendida la supervisión fiscal, que ha considerado más importante que nunca en estos momentos. “Es verdad que existe una gran incertidumbre, pero el plan de recuperación tiene que ir acompañado necesariamente por un marco plurianual presupuestario”, ha advertido.

Airef insiste en su recomendación de introducir en los Presupuestos los ajustes en términos de contabilidad nacional, así como considera necesario dotar a la ejecución presupuestaria de una flexibilidad adicional para hacer frente a situaciones no contempladas en las cuentas públicas tanto para estar a la altura de las circunstancias de una evolución positiva de la pandemia por el hallazgo de una vacuna como por todo lo contrario. Además, Herrero ha pedido prudencia en la aplicación de los fondos, que se deben ir acompasando a la evolución del gasto que origina la necesidad de esos fondos. En ese sentido, ha recomendado que se dediquen a gastos temporales, así como ha solicitado mejorar la información de indicadores de alta frecuencia.

Inversiones militares, un riesgo para el déficit

La AIReF realiza una relación pormenorizada de los riesgos para conseguir la senda prevista de déficit público en su informe sobre las líneas fundamentales de los Presupuestos de las Administraciones Públicas en 2021. En concreto, advierte del riesgo que supone las inversiones militares, “sobre las que no se ofrecen información”. El informe destaca que las inversiones en programas de modernización de Defensa ya están en proceso de ejecución, suponen anualmente un volumen importante de gastos y “tendrán un impacto relevante en el déficit de los próximos años”.

El documento avisa de que no se publica, sin embargo, ninguna información sobre la planificación de estas entregas militares y su impacto en el déficit público. Tampoco se dispone, asegura, de información sobre el posible impacto de los riesgos asumidos por los contratos de colaboración público-privado a los préstamos concedidos por las Administraciones públicas que pudieran “resultar de dudoso cobro”.

Además, alerta contra un mayor gasto estructural por el sistema de pensiones que no sea financiado con ingresos adicionales, lo que provocará un incremento “muy significativo del endeudamiento desde unos niveles históricamente muy elevados”.