Despilfarro
Escrivá se gasta dos millones de euros para “emancipar” la Seguridad Social de Trabajo
La reforma para adaptar a la Covid-19 el edificio donde despacha se complicó por “deficiencias imprevistas”. La misma adecuación le costó 12.000 euros a Trabajo
La bicefalia del Gobierno le está costando cara a los españoles. A los 22 ministerios creados, la cifra más alta de la historia de España y casi el doble que en Alemania e Italia a pesar de que muchos de sus titulares son grandes desconocidos y sus apariciones resultan fantasmales, se unen el sinfín de nuevos directores generales colocados a dedo, el doble que con los ex presidentes José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, nuevos departamentos y demás regalías. Así hasta sumar 259 altos cargos, 236 si se excluyen a los integrantes del Consejo de Ministros, 58 más que los existentes con Rajoy. Una estructura mastodóntica trufada de duplicidades y puestos inservibles que, sin embargo, deben justificar su existencia como puedan.
En el caso del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, todos ellos departamentos vinculados a Trabajo, o viceversa, la escisión surgió de la necesidad de entregar al “vicepresidente ideológico” Pablo Iglesias una cartera con enjundia, una estructura de peso, un nutrido presupuesto y áreas en las que el “ala morada” del Gobierno pudiera dejar su impronta cuando la pandemia de la Covid-19 era “menos que una gripe”. Como esto suponía dejar las pensiones en manos de Podemos, nació el Ministerio de Inclusión y con él, la necesidad de su titular, el antiguo responsable de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), José Luis Escrivá, de poner tierra de por medio y salir del complejo de Nuevos Ministerios, donde reina su compañera de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz.
Reforma
Escrivá puso sus ojos en el edificio de la Secretaría de Estado de Migraciones ubicado en la calle José Abascal 39 de Madrid, que ocupa casi una manzana entera en una de las principales arterias de la capital. Rodeado de jardines y con una guardería para funcionarios pegada al nuevo Ministerio, pronto comenzaron los proyectos para adecuar el edifico a los gustos de Escrivá, que ya en su paso por la Airef se caracterizó por enfocar su gestión como si de una empresa privada se tratase. De esta forma, el nuevo ministro ordenó tirar tabiques a discreción y eliminar los elementos que otorgaban un aire vetusto y ministerial a las estancias, despachos y salas de reuniones. La idea era crear espacios diáfanos y suprimir los habituales corredores de despachos y salas laberínticas sin final, en donde cada departamento es estanco y la opacidad es la norma de trabajo. Así que, fuera los paneles de madera y las puertas que se cierran al paso de los intrincados pasillos ministeriales para dar paso a una estructura de trabajo más abierta, en consonancia con los aires de renovación y modernidad que Escrivá quería trasladar de la Airef a la Seguridad Social, considerado uno de los aparatos del Estado más anquilosados.
La cuestión es que las obras le han costado algo más de dos millones de euros. Los trabajos "de emergencia", según indican fuentes del departamento, se iniciaron el pasado 2 de junio para la reforma de espacios de trabajo en la sede de José Abascal, 39 "a fin de garantizar unas condiciones adaptadas a las nuevas normas en materia de prevención y salud laboral en materia de la Covid-19", aseguran dichas fuentes. Sin embargo, al parecer, surgieron ciertos problemas que hicieron necesario ampliar las obras. El Ministerio de Escrivá lo atribuye a "deficiencias no previsibles antes del inicio de las obras, que afectaban al forjado, al muro de fábrica, así como a la renovación de aire en el sistema de climatización". Todo ello hizo que se incluyeran "unidades de obra adicionales" para resolver dichas incidencias con lo que esas obras que, en principio, estaban facultadas para adecuar el edificio a las normas de prevención laboral de la Covid-19 se fueron hasta los 2.020.141 euros.
Ministerio de Trabajo
Un monto considerable dado que, en la otra acera, la del Ministerio de Trabajo, también tenían que realizar las mismas obras de adecuación que, pese a todo, han costado apenas 12.000 euros. Según detallan fuentes del departamento de Díaz, dicho montante se ha dedicado a la inversión en equipos y soporte informático para implementar el teletrabajo, compra de contenedores de residuos, mascarillas y pantallas, así como la dotación de dispensadores de gel hidroalcohólico o generadores de ozono para desinfectar determinados espacios. "Algunas dependencias han requerido la instalación de mamparas de separación física y algunas otras reformas" que no han incluido trabajos tan complejos como tirar muros ni levantar suelos, lo que ha abaratado considerablemente los gastos para dicha adecuación.
Desde el “ala morada” del Gobierno se ve con cierta sorna los refinados gustos de Escrivá y se critica abiertamente que se preocupe más de las formas que de desatascar los problemas de gestión con el Ingreso Mínimo Vital (IMV) y las dificultades en la gestión de las prestaciones, desde las de desempleo de los ERTE hasta las de jubilación. A fecha de hoy, todavía existen muchas dificultades para que los trabajadores que están sometidos a este tipo de expedientes obtengan una resolución expresa en tiempo y forma.
✕
Accede a tu cuenta para comentar