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El Banco de España critica la imprudencia de la banca al relajar sus provisiones frente al coronavirus

También advierte de la excesiva concentración bancaria para la competencia y los consumidores, aunque todavía ve “cierto margen” para más fusiones

Margarita Delgado, subgobernadora. Es la primera mujer e inspectora en ocupar este puesto
Margarita Delgado, subgobernadora. Es la primera mujer e inspectora en ocupar este puestoDaniel SantamariaBdE

La subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, no ve “muy prudente” que las entidades financieras hayan relajado “considerablemente” el importe de las dotaciones del tercer trimestre de 2020, dadas las circunstancias actuales, en plena segunda ola del coronavirus. Así lo ha puesto de manifiesto durante su intervención en el segundo día del XXVII Encuentro del Sector Financiero, organizado por Deloitte, ABC y Sociedad de Tasación.

No obstante, ha resaltado las provisiones por deterioro dotadas hasta junio, que en gran medida anticipan las pérdidas futuras por insolvencias respecto a la medición y gestión proactiva del riesgo. En esta línea, ha llamado a la banca a analizar las situaciones de un modo individual, diferenciando entre efectos transitorios y más permanentes, y ha pedido evitar reclasificaciones automáticas que deriven en un comportamiento excesivamente procíclico. “Por encima de todo, las entidades deben ser prudentes, evaluando las necesidades de provisiones con arreglo a escenarios plausibles y conservadores para los próximos ejercicios”, ha subrayado la subgobernadora del Banco de España.

Delgado ha pedido a las entidades financieras que estén preparadas ante el “inevitable” aumento de los dudosos en los próximos trimestres, incluso en el escenario más optimista. Al mismo tiempo, ha lamentado que la crisis del coronavirus haya provocado que la ruta de reducción de activos problemáticos se haya interrumpido este 2020. En este sentido, aunque ha reconocido el gran esfuerzo realizado en los últimos años, también ha añadido que han tenido mucho que ver las actuaciones supervisoras. “Es cierto que por el momento no se ha producido un aumento de la ratio de morosidad, en gran medida porque el crecimiento del crédito ha compensado la entrada de crédito en dudoso y, evidentemente, por las medidas adoptadas”, ha explicado.

Tal y como ha relatado, gobiernos, supervisores, bancos centrales y reguladores han actuado de modo coordinado para asegurar que el crédito fluya desde el estallido de la crisis. En su opinión, “puede parecer un tanto contradictorio que los supervisores estén demandando que el grifo del crédito se mantenga bien abierto en un contexto de crisis como el actual”. Sin embargo, ha explicado que la gran diferencia en esta ocasión está en el carácter exógeno de la crisis. “El parón de la economía ha estado provocado por las medidas de control de la pandemia, y no por desequilibrios macroeconómicos o financieros”, ha detallado. Así, ha asegurado que sin las medidas adoptadas se hubiera producido inevitablemente una crisis de liquidez para muchas compañías y autónomos, por lo que el objetivo ha sido evitar que una crisis de liquidez acabe derivando necesariamente en una de solvencia.

Por otra parte, Delgado ha asegurado este miércoles que aún habría “cierto margen” para futuras fusiones bancarias en España, donde la concentración del sistema financiero se encuentra en un nivel “medio-bajo” en comparación con el resto de países europeos. “La baja rentabilidad del sector y la dificultad de lograr mejoras vía aumento de precios y comisiones son indicativos de una elevada competencia”, ha indicado la subgobernadora. Sin embargo, ha advertido de que la excesiva concentración bancaria puede complicar dicha para la competencia de cara a los consumidores, pero “corresponde a otras autoridades” determinar los efectos negativos que una mayor concentración bancaria podría generar respecto a la competencia.

Delgado ha recordado que la labor del Banco de España, en calidad de supervisor, se limita a analizar la viabilidad del negocio y los proyectos de fusión que se presenten, lo que implica evaluar la solvencia y el modelo de negocio de la entidad resultante y su potencial impacto sobre la estabilidad financiera. Aunque uno de los objetivos principales de estas operaciones es mejorar la eficiencia a través de la reducción de costes, ha resaltado que el modelo de negocio resultante “debe ir más allá”, y tener en cuenta “la complementariedad geográfica de productos y clientela” y disponer de un plan que genere valor.